Anteayer
se estrenó en México “Vino el amor”,
la nueva telenovela de José Alberto Castro para Televisa. Se trata de un ‘remake’
de “La chúcara” (TVN Chile, 2014)
cuyo elenco encabezan Gabriel Soto e Irina Baeva en el que es su primer papel
protagónico.
Tras
haber dedicado cuarenta y ocho minutos de mi vida a ver el primer capítulo, voy
con el correspondiente análisis del mismo. Antes, un 'teaser' de esta
historia:
PROS:
Me
gusta el elenco que Castro ha armado para esta telenovela. Une caras conocidas
de tres grandes casas: Televisa, Telemundo y Azteca. De la primera, Gabriel
Soto, Irina Baeva, Cynthia Klitbo, Azela Robinson, Laura Carmine… De la
segunda, Kimberly Dos Ramos y Christian de la Campa; de la tercera, Juan Vidal
o Luciano Zacharski.
El
primer capítulo, que transcurre en un pasado reciente (calculo que hace diez o
doce años) tiene un ritmo narrativo normal, sin más. Suficiente para presentarnos
al protagonista y su entorno, como su
esposa y su suegra, interpretadas por Laura Carmine y Azela Robinson,
respectivamente, o su cuñada, interpretada por Kimberly Dos Ramos. Sobre estas
dos últimas cae el antagonismo de la historia. En el caso de Azela no pude
evitar que Lilian me recordase mucho a Josefa, aunque más comedida y más
cínica. De Kimberly me ha gustado lo que he visto en este primer capítulo. A
Gabriel Soto lo veo mejor desde que aprende los textos de memoria y no se los
chivan por pinganillo. Ha ganado algo de frescura.
Me
alegra que se vaya a tocar un tema tan interesante como el sueño americano y
los mexicanos que van en su búsqueda, con la ‘migra’ como principal obstáculo.
Es un buen punto a su favor.
CONTRAS:
Realmente,
ninguno. Quizás yo hubiera metido algo más de ritmo a lo que se cuenta en este
primer capítulo, o algún tipo de avance hacia el presente, pero imagino que la
estrategia que quieren seguir es contar en tres, cuatro o cinco capítulos el origen
de la verdadera historia, como se hace en muchas telenovelas.
Lamento
por ello no haber podido ver a Irina Baeva en acción. Tengo ganas, después de
todos los comentarios positivos que he leído de su actuación en “Pasión y poder”.
MÁS COSAS:
José
Alberto Castro mima sus telenovelas y lo vuelve a demostrar con unas
localizaciones estupendas, cargadas de vides, unas plantas que a mí en particular,
me encantan y que, bien aprovechadas, pueden dar servir para crear una
atmósfera especial en torno a la historia.
La
entrada es muy del estilo de la de “La Malquerida”, pero musicalizada por Río Roma, con un tema que se titula al
igual que la telenovela y que, como todo lo que hacen los de Río Roma, se
escucha genial.
Me
he fijado en que todas las actrices salen sin un gramo de maquillaje, lo cual
me parece curioso. ¡Pero qué guapas se ven así! Casi más que con maquillaje.
Kimberly Dos Ramos es el más claro ejemplo de ello.
Acabo
con una única pega, los decorados. Los de la empresa vinícola del protagonista
son muy acartonados, igual que algunos de la casa del personaje de Klitbo. Al
resto de los decorados los veo faltos en color, como muy apagados.
En
lo que queda de 2016 no creo que la vea. Quizás para 2017, dependiendo cómo
ande de tiempo y de historias (de lo próximo de Televisa solo me interesa “Mujeres de negro” y “La candidata”). A diferencia de “Las amazonas” y “Corazón que
miente”, las últimas telenovelas ‘puras’ de Televisa (no esas telenovelas
disfrazadas de ‘series’) “Vino el amor” tendrá una duración que algunas webs
fijan en 120 capítulos.
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