Rajar
o hablar a espaldas de otra persona es algo que se nos da genial a los
españoles. Que sí, que es feo y que está mal… ¡Pero cómo se disfruta! ¿O no? Y
si esa otra persona no tiene la más mínima oportunidad de defensa, mejor
todavía.
Que
nadie se escandalice… Que la introducción anterior tiene un pelín de guasa.
Aunque sí, hoy voy a hablar a espaldas de alguien que, salvo que sea lector del
blog (que igual, con la suerte que tengo yo), no va a poder defenderse… Hoy os
voy a hablar de Quasi (apelativo, obviamente).
En
el instituto, hace ya muchos años, más de una década, conocí a Quasi. Era un
chaval que tenía como dos años más que el resto de la clase y que nos tenía
intrigados a todos por una razón: iba a clase un día, faltaba diez o quince,
volvía otro día, volvía a faltar diez o quince… Y así durante todo el curso. Y
nadie le decía nada. Como siempre, rumores había por millones... Que si trabajaba, que si tenía un hijo, que si era un enfermo crónico de no sé qué cosas...Nunca
supimos exactamente por qué lo hacía, pero años después saqué mis propias
conclusiones…
El
caso es que, durante una clase, haciendo un trabajo en
grupo, estábamos Cristofer (otro repetidor y sí, así escrito), Quasi y un servidor. No sé cómo
salió el tema, pero empezamos a hablar de “El
cuerpo del deseo” y los dos se confesaron ser fieles seguidores de la
telenovela, que se emitía de aquella en Antena 3. A Cristofer le perdí la pista
pocos meses después, cuando dejó el instituto, pero con Quasi me tocó seguir
yendo a clase. Y hablando en los descansos de los días en los que acudía,
siempre salía el tema de las telenovelas. Se había visto casi todas las que se
habían emitido en Localia, Antena 3, TVE… Hablaba de títulos de los que yo no
sabía ni de su existencia.
Dejó
el instituto uno o dos años después, sin la ESO, pero no perdimos el contacto.
Se matriculó en algo así como una FP, sin serlo, y un día, a media mañana, me
lo encontré por la calle. “¿Ya vienes de clase?”,
le pregunté. “Qué va… Voy a clase. Tenía
que haber entrado a las nueve y media, pero ahora voy un poco más tarde”,
me respondió. “¿Te cambiaron el horario?”,
insistí. “No. Qué va. Es que están
repitiendo “Contra viento y marea” en LaSexta 3 y no la había podido ver cuando
la emitieron en Antena 3”, sentenció, tan tranquilo.
Fue
en ese momento en el que creí descubrir por qué Quasi no iba al instituto… ¡Se
quedaba viendo telenovelas en casa! ¡Claro! Si no, era imposible que conociera
y hubiera visto tantas telenovelas… ¡Si yo, que veía solo la que dieran en TVE,
no daba abasto! Lo que no sé es qué harían sus padres (si trabajaban o qué)
para no ‘obligarlo’ a ir a clase… Hay prioridades y los estudios deben ser una,
por delante de cualquier afición o ‘hobby’, sean telenovelas, deporte, música...
Hace
un par de años que no sé nada él, aunque supe por conocidos en común que
consiguió sacar la ESO por medio de una escuela para adultos y que después hizo
o trató de hacer el bachiller. Era y
espero que siga siendo, todo un personaje…
Comentarios
" y mira como son las cosas ahora sale en esta telenovela" Pero no, la vida es sencilla y normalita. Siempre nos gusta un buen final, por eso nos gustan las telenovelas. Saludos
He contado lo más 'contable'. Lo otro, no me atrevo...