Para
que el blog no tenga tanta carga negativa, he decidido, de cara a esta
temporada, alternar el "Me
chirría" (esa sección en la que critico las cosas que no me gustan
del género) con una nueva sección a la que he bautizado como “Pequeñas cosas que me molan”, en la que
aplaudiré algunas cosillas que me gusta ver en las telenovelas.
Dejo
claro que para ponerle título me he inspirado en la mítica sección de Ángel
Martín, “Pequeñas cosas que no molan” en
aquel grandioso programa llamado “Sé lo
que hicisteis”.
Comienzo
con algo que, afortunadamente, es algo que se está viendo cada vez más a menudo
en las telenovelas… Los documentos que un personaje entrega a otro son,
efectivamente, documentos. Si se trata de una partida de nacimiento,
efectivamente, vemos todos los datos del sujeto en cuestión. Si se trata de un
contrato, también. Si alguien lee algo en el periódico, se nos muestra la
noticia (o, al menos, el titular). Me alegra también que comiencen a hacerlo también con los teléfonos y que veamos mensajes de texto o Whatsapps entre los personajes. Vemos también las llamadas, e incluso, como se ve en la imagen que
acompaña al ‘post’, si se hace una transferencia bancaria se nos enseñan todos
los datos de la misma.
Las
productoras han entendido, por fin, que estos pequeños detalles que antes se
obviaban, por tiempo, por presupuesto o por lo que sea, ahora se tienen en
cuenta a la hora de rodar. No costaba tanto hacer un papel que simulara una
partida de nacimiento y que la cámara nos lo mostrara. Lo mismo puede predicarse
de cualquier otro papel.
Pueden
parecer tonterías, pero dan muchísimo realismo a la telenovela en cuestión. Que
el espectador vea esas cosas hace que se involucre todavía más en la
telenovela. Es una forma más de hacerle partícipe de lo que sucede en la
historia. Y a cambio, la producción no gasta nada más que un par de minutos en
preparar lo que se va a mostrar a cámara.
Nunca
entenderé cómo algo tan sencillo tardó tanto en hacerse...
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