“Yo no alargo más. Son
102 capítulos de 45 minutos, ni uno más ni uno menos. Si funciona, bien, y
sino, también”. Esta
declaración la realizó la gran María Zarattini en la presentación de “Mentir para vivir”, la que hasta hoy es
su última telenovela, hace ya dos años largos.
Lo
mismo había dicho, un par de años antes, en la presentación de “La fuerza del destino”.
Es
algo que destaco y que me gusta, porque, aparte de María Zarattini, yo no
recuerdo a ningún escritor, productor o cualquier persona con responsabilidad
en una telenovela señalar, desde un principio y con firmeza, cuál iba a ser la
duración exacta de esta.
Y
es más, que no se haga no significa que no deba hacerse. Se habla a veces de
que la telenovela tendrá x número de capítulos que podrían ampliarse si es del
agrado del público (al final, se acaba ampliando esa cantidad no por cuestiones
de audiencia, sino por necesidades de producción o de fechas). También es
frecuente escuchar cálculos del tipo de “la
telenovela x estará al aire hasta mediados de octubre”, extendiéndose
siempre la telenovela x uno, dos o hasta tres meses más.
Mientras
que esto ocurre en México, en España ya somos casi unos expertos. Ni Dios
concreta cuánto va a durar la telenovela, serie o lo que sea que esté
produciendo para televisión. Y así nos va… Pero de eso hablaré otro día.
Estoy
totalmente en contra de los alargues. No conozco ninguna telenovela de la que
se pueda decir que fue alargada para bien, o que tuvo un alargue sensato y
lógico. Medianamente se salvan algunas, tipo “Amor bravío” (con un alargue ‘sembrado’ ya desde los primeros
capítulos) o, incluso, “La Tormenta”.
Del resto, ninguna. Y pese a ello, todos los que a esto se dedican siguen sin
entender que los alargues estropean el producto. Que pueden hacer de una
telenovela buena una cosa extraña e irreconocible. No comprendo que los
productores, actores y guionistas celebren en Twitter que su telenovela va a
ser alargada. Deberían estar tirándose de los pelos (especialmente los
primeros).
Igual
es un poco exagerada la comparación, pero el alargue es a la telenovela lo que
el concurso de acreedores a la empresa y, como en los casos de concurso, el alargue
acaba sirviendo únicamente para liquidar lo bueno o lo valioso que tenía la
telenovela. Entiéndase liquidar, una vez más, en el sentido de acabar.
Señores
y señoras que producen o escriben telenovelas… Copien a la Zarattini… Mójense
cuando estrenan una telenovela y acoten desde un principio la duración de esta.
Luego, cómo transcurra la historia, ya es capítulo aparte…
Por cierto, la entrada va ilustrada con una imagen de un telenovela que al final no era más que una sucesión innecesaria de alargues.
Comentarios
X cierto "Gata Salvaje" es un tutifruti d taco d novelas toas revueltas y liosa d seguir.Cuando la pasaban x la1 lo q mas me gustaba ver eran las locuras q se le ocurrian a Panchita.Lo d vestirse d pollo y llevar la comida de esa guisa a los jornaleros y lo d quedarse "atrapada sin querer"con un mozo macizo en una ducha rota q no dejaba d soltar agua y casi se ahogan los dos fue tremendo.En mi casa nos partiamos d risa na mas verla hacer d las suyas...
un buen "alargue". En mi opinión fué bastante malo e incluso "risible". Quienes seguiamos la novela nos lo tomamos con deportividad y echamos
muchas risas hasta que por fin "la peregrina" se dió el beso final con el galán, porque la trama del "alargue" fué bastante penosa.
Sirena40, totalmente de acuerdo.
Yolanda, creo que se habían proyectado como treinta capítulos menos de los que tuvo, por temas presupuestarios (una de época, y de tales dimensiones, menudo dineral tenía que costar cada capítulo), pero el éxito los animó a ampliar el número de capítulos y a meter nuevos personajes. El alargue fue de unos 30-35 capítulos.
¿Te puedes creer que no me la vi entera? La vi en DVD, descargada de un sitio, centrándose en la historia principal, y me gustó. Igual me animo a verla entera.
"Gata salvaje" fue un tostón que muchos aguantamos porque no teníamos telenovelas en internet ni había otras cadenas ni nada. Si llega a ser hoy, la hubiera dejado sin ver. Panchita era un puntazo de personaje, recuerdo, además de las que comentas especialmente la escena en la que se sube a un tractor, lo arranca y luego no sabe pararlo y su relación con el loro... ¿Verdoso, se llamaba?
Anónimo... Para gustos colores. A mí me pareció un alargue igual no bueno, pero sí original y dentro de ese realismo mágico que envolvía a la telenovela con todo el tema de la bruja, los hechizos...