Ya
ha alcanzado la mitad de su temporada en Estados Unidos y ahora que tengo un
poco más de tiempo en mi desordenada vida, creo que es el momento de retomar
una historia cuyas dos primeras temporadas vi el año pasado. Sí, hoy empiezo a
ver la tercera temporada de “El Señor de
los Cielos” (Telemundo y Argos, 2015).
Me
animo a verla por varias razones…
-Lo mucho que me
gustaron las dos primeras temporadas.
Quizás más la primera, con más tramas políticas que la segunda, enfocada desde
un punto de vista más romántico.
-El punto muerto de la
segunda temporada. La
segunda temporada acabó con grandes interrogantes y varios cabos sin atar de cara
a la tercera. ¿Qué va a pasar con Rutila y el hijo que va a tener con el Chema,
archienemigo de su padre? ¿Qué será de Chacorta después de que Raúl Méndez
abandonase la serie? ¿Volverá Leonor a encontrarse con Ignacio? Y la más
importante, ¿cómo logrará Aurelio escapar de la cárcel en la que lo ha metido
su particular ‘pesadilla colombiana’?
-Las nuevas
incorporaciones. En
esta nueva temporada se suman al elenco habitual nombres de la talla de Manuel
Balbi, Sabrina Seara o el español Sergio Mur. El contrapunto de las nuevas
incorporaciones son las bajas que habrá en el elenco que quedó de la segunda temporada.
En esta historia solo Aurelio Casillas es importante, como se ha visto en la
segunda parte. Cualquiera puede morir en la trama.
-La acción. Como toda narconovela que se precie, “El Señor de los Cielos” está cargada de
acción: tiroteos, coches que explotan, crueldades indescriptibles… Y todo muy
bien logrado.
-72 capítulos. Esa será la cifra de episodios con los
que cuente esta tercera tanda. Dos menos que la primera y doce menos que la
segunda. Sumando las tres partes se alcanzarían los nada despreciables 230
capítulos.
-Y habrá más. Por lo menos, habrá una cuarta
entrega de cara al 2016. Y no se descarta hacer una quinta parte que cierre, a
modo de epílogo, esta saga. Confío en Luis Zelkowikcz y su equipo de guionistas
y su capacidad para seguir narrando las aventuras y desventuras de Aurelio
Casillas, interrelacionándolo con nuevos personajes. Quizás este sea el único
miedo que le tenga a esta tercera temporada: que se repitan historias de la
segunda o de la primera, porque el chicle ya comienza a estirarse.
Aprovecharé
todo lo que pueda (para ‘gazapos’, ‘reutilizandos’ y demás secciones) los
72 capítulos de esta temporada. Espero tener la oportuna crítica para
principios de septiembre.
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