En
un ‘post’ de hace algunos meses daba algunas pinceladas sobre cómo me gusta ver telenovelas.
Releyendo la entrada en cuestión creo que es necesario un segundo ‘post’
dedicado a ese asunto.
Sea
el medio a través del cual vea la telenovela (aunque suelo verlas por
internet), sigo siempre unas pautas básicas:
-De una en una, preferentemente: no soy de esa gente que ve una lista
interminable de telenovelas. Respeto a quienes lo hacen pero no comparto esa
forma de ver las telenovelas. Yo soy partidario de ver las telenovelas de una
en una. Todo lo más puedo llevar a la vez dos telenovelas, como ocurre excepcionalmente
ahora, que ando con “El color de la
pasión” y la segunda temporada de “El
Señor de los Cielos”. Creo que si viese tres, cuatro o cinco a la vez,
además de perder mucho tiempo, me perdería con los nombres de los personajes,
las tramas… En resumen, que no podría dedicar la atención que se merece al
producto.
-Sin parones de tiempo: tampoco me gusta empezar una
telenovela, dejarla en un capítulo y retomarla un mes o dos después. Una vez
que se empieza a ver una telenovela para mí solo hay dos opciones: seguirla y
acabarla (si me gusta) o dejarla (si no me gusta).
-20 a 25 capítulos para
decidir si me gusta: son
el número de capítulos que me sirven para decidir qué camino elijo (si sigo y
la acabo, o si la mando a paseo). Creo que son más que suficientes para ver si
la historia tiene potencial y consigue atraparme o, si por el contrario, me
aburre soberanamente. Ojo, algunas las dejé cuando iban más avanzadas, como
ocurrió con “Los herederos del Monte”,
que la abandoné en el capítulo 68.
-Pocos capítulos al día:
no suelo ver más de
tres capítulos al día de la telenovela que esté viendo. Si veo más, me
‘asfixio’. Por eso no comparto la idea de esas personas que tranquilamente se
ven diez o quince capítulos de la misma telenovela en un fin de semana. Vale
más ir poco a poco, enterándose y fijándose en todo, que ir a lo loco y
quedarse solo con lo básico.
-Con el menor ‘spoiler’
posible: esto es lo
más complicado, hoy en día, gracias a Twitter y Facebook. Para mí, que veo las
telenovelas cuando se han acabado o están por acabarse en su país de origen,
resulta casi misión imposible no enterarme de ciertas cosas gracias a las redes
sociales o a internet en su conjunto. En todos los lados hay ‘spoilers’ y nadie
avisa de ello: desde la cuenta oficial de la historia, por parte de blogs y
páginas especializadas… Por ello a veces lamento ser incapaz de seguir a ritmo
de su emisión original una telenovela.
*Las imágenes que acompaña el texto son escenas pertenecientes a "El color de la pasión".
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