Hacía
mucho que no esperaba con tantísimas ganas el estreno de una telenovela. “Mentir para vivir” iba a ser la
historia del año, una superproducción para recordar, como lo fue en su día “La fuerza del destino”. Ambas tenían en
común tres cosas: historias originales, María Zaratini como alma de las dos y
Rosy Ocampo como productora (bueno, cuatro, ya que Zepeda es el protagonista de
ambas).
Me
hice muchas y muy altas expectativas con esta historia que seguí conforme a su
ritmo de emisión en México… y, aunque no estuvo mal, mis expectativas no se
cumplieron.
SINOPSIS:
Oriana
Caligaris (Mayrín
Villanueva) está felizmente casada con José Luis Falcón (Diego
Olivera), los dos son mexicanos y viven junto a su pequeña hija Alina (Ana Paula Martínez) en Cartagena, Colombia.
Un buen día todo cambia, José Luis le confiesa que
trafica con oro y las ganancias están en cuentas de banco a su nombre y la
policía está a punto de descubrir todo. Desconsolada, Oriana decide romper con él,
regresar a México con su hija y buscar a su única amiga, Raquel (Altair Jarabo) quien junto a su socia Lucina (Cecilia
Gabriela) tienen un pequeño hotel de playa.
*Logotipo de la producción. |
En el hotel está hospedado Don Gabriel Sánchez (Alejandro Tommasi), quien al enviudar
se casó con Lila Martín (Lourdes Munguía), una mujer joven y
ambiciosa cuyo hermano Berto (Ferdinando Valencia), es un abusivo
manipulador. Don Gabriel es
papá de Ricardo Sánchez (David Zepeda), un joven ejecutivo que
trabaja al frente de la fábrica familiar de textiles propiedad de su padre y
de Doña Paloma Aresti (Adriana Roel), empresaria millonaria
que durante años ha buscando el paradero de su nieta Inés, a quien no conoce,
para heredarle su fortuna.
Inés (Laisha Wilkins) es
una chica solitaria y desventurada con problemas de adicción, a quien el
destino ha llevado a hospedarse en el hotel de Lucina y Raquel.
Una mañana, después de una fiesta que unos jóvenes hicieron en la playa, Alina la pequeña hija de Oriana encuentra entre los matorrales una pistola, asustada corre con el arma y se escucha un disparo, Don Gabriel cae muerto y la confusión de Oriana es tremenda.
Una mañana, después de una fiesta que unos jóvenes hicieron en la playa, Alina la pequeña hija de Oriana encuentra entre los matorrales una pistola, asustada corre con el arma y se escucha un disparo, Don Gabriel cae muerto y la confusión de Oriana es tremenda.
Raquel y Lucina aconsejan
a Oriana huir de
nuevo y ellas afrontar a las autoridades, un hecho inusitado cambia cuando el
mar regresa el cuerpo sin vida de Inés. Lucina ve la oportunidad para
proteger a Oriana y
hace todo para que su amiga adopte una nueva identidad, toma los documentos
de Inés y convence
a Oriana, quien se
presenta ante Doña Paloma como
su nieta, ahí conoce a Ricardo,
quien no se imagina que Alina y Oriana tienen relación con la
muerte de su padre.
Muchos obstáculos e intrigas
enfrentará Oriana con
esta nueva identidad, su eterna amiga se volverá su enemiga por el amor
de Ricardo, y José Luis vendrá a México para
tratar de recuperar a Oriana.
DATOS y TRÁILER:
101
capítulos de 45 minutos. México (Televisa). Productora: Rosy Ocampo. Tráiler: aquí.
PERSONAJES y
ACTUACIONES:
Tras
ofrecernos grandes historias caracterizadas por mostrarnos personajes muy
humanos y ‘redondos’, Zaratini me sorprendió
con esta historia, en la que los personajes principales son, para mi gusto, muy
planos y poco humanizados.
Comenzando
por Oriana (o Inés) he de reconocer que fue un personaje que arrancó con
fuerza, llevándose a su hija lejos de su padre cuando sabe del asunto del oro y
luego haciendo lo que hace con el fin de proteger a Alina. Sin embargo,
conforme la historia avanza, me parece idiota. Llega a pensar un par de veces
en volver con José Luis, lo ve casi constantemente a lo largo de la historia pese
a saber que es un mafioso de mucho cuidado o que incluso ha secuestrado a su
novio. Pero a Oriana (o Inés) no le importa y de hecho, cuando le cuentan que
José Luis es un asesino, parece no creérselo, e incluso, en capítulos finales,
se va de vacaciones con él y con la niña a un monte perdido, donde él la ataca
y entonces sí, Oriana (o Inés) se convence de que su exmarido es mala gente.
*Ana Paula, Mayrín y David (Alina / Oriana / Ricardo) |
Ricardo,
el galán, es un individuo que se pasa toda la historia celando a Oriana (o
Inés), aunque teniendo en cuenta que Oriana (o Inés) no para de verse con José
Luis, puede llegar a ser comprensible, aunque no justificable en los extremos
en que lo hace Ricardo. Entre eso y las doscientas veces que le propone sexo a
Oriana (o Inés) el personaje de Ricardo acabó por parecerme un celoso adicto al
sexo, aunque valiente y decidido a luchar por Oriana (algo bueno tenía que
tener).
El
tercero en discordia es José Luis, un personaje que es el típico malo malísimo
con el que hay que tener mucho cuidado. Es un mafioso, asesino, secuestrador…
y, especialmente, un tipo histérico. Me gustó que le ‘diagnosticaran’ trastorno bipolar para justificar determinadas
acciones de otro modo injustificables.
Y
la cuarta, según los créditos de entrada de la historia, es Raquel Ledesma, un
personaje inicialmente definido como la villana de la historia pero que poco a
poco va quedando relegado a un segundísimo plano (hay capítulos en los que ni
aparece) y que únicamente se dedica a seducir hombres buscando conseguir cazar
a un millonario. Una pena, porque era un personaje con gran potencial, aunque
su final me gustó muchísimo, ya que daba una enseñanza muy positiva: las
mujeres no necesitan de un hombre para ser felices.
Pese
a que los personajes no están todo lo definidos que debieran debo reconocer que
Mayrín, David, Diego y Altair hacen una buena interpretación y que la química
de Mayrín con su ‘hija’ (interpretada
por Ana Paula Martínez) es buenísima.
*Felipe Nájera es el Padre Mariano. |
Aprovecho
también para pedir desde aquí que algún productor le dé ya a Altair un papel
protagónico. Se lo merece, es una gran actriz y al paso al que va le va a pasar
como a Chantal Andere y se va a quedar encasillada en villanas (o
pseudovillanas, como Raquel Ledesma).
Mientras
que los personajes principales son bastante planos, los secundarios son todo lo
contrario, personajes riquísimos en matices. Así encontramos a Mariano
(magistralmente interpretado por Felipe Nájera), el cura y fiel amigo de los
protagonistas, un hombre sabio a quien todos buscan para pedirle consejo y que
entra en una crisis de fe cuando se enamora de Oriana; Lucina (un personaje que
borda Cecilia Gabriela), como dueña de un hotel, amiga fiel, sabia, que ha
sabido salir adelante y aprender pese a su pasado como prostituta; Matilde (con
la que Leticia Perdigón hace una interpretación de matrícula de honor), que es
la típica madre sobreprotectora, temerosa de perder su status social; Piero (Fabián
Robles), otro buen amigo de Ricardo, con mala suerte en sus relaciones de
pareja; o Rubén (Juan Carlos Barreto), el típico vividor, marido de Matilde,
que nunca ha dado un palo al agua pero que se arrepiente de la vida que lleva y
decide valorarse como ser humano y ser totalmente independiente de su mujer.
Hay
tres personajes en especial a los que me gustaría dedicar un par de líneas…
*Mariana Garza es María. |
El
primero es María, una mujer con la mente de una niña, dulce, despreocupada, que
vive en un mundo donde solo existen sus muñecas, los maltratos de su padre, y
Ricardo, su príncipe azul. Con María he descubierto a una actriz enorme que es
Mariana Garza. Debo decir que no ha habido escena del personaje en la que no me
emocionase y que sus escenas finales me conmovieron como hacía mucho que un
personaje no lo lograba. María desaparece un poco antes de la mitad de la
historia, una lástima, pues debió quedarse más tiempo. Ojalá pueda ver a
Mariana de nuevo en otra historia. Es de las pocas actrices que logran la
catársis con el espectador.
El segundo es Omero de la Garza (sin h, porque sino hablaríamos de un alto cargo del PCR). Este es un ‘viejito’ retirado del servicio de inteligencia del Estado que le encanta estar al tanto de todo lo que ocurre a su alrededor y que aparece en la segunda mitad de la historia. Lo interpreta Patricio Castillo, al que vi en "Rosa diamante" también este mismo año haciendo una participación especial. Él hace de Omero un personaje único, adorable y que aporta en ocasiones dotes de comedia a la historia (y también, de acción).
*Adriana Roel es Doña Paloma. |
El tercero es Doña Paloma, la abuela dulce, sabia y tierna que todo el mundo
quisiera tener pero que vive atormentada por haber dejado ir a su hija Paloma y
que encuentra paz con la llegada a su vida de Oriana (o Inés), haciéndose pasar
por su nieta. Adriana Roel, que es la actriz que le da vida, es una de esas
primeras actrices que deslumbra en pantalla, actuando de una manera que pocas
de las actrices actuales tienen en su manera de interpretar. Se le nota que
disfruta con lo que hace.
Sobre
los jóvenes, me ha gustado mucho el personaje de Sebastián, muy bien llevado
por Alex Speitzer y el proceso de cambio que lleva a lo largo de la telenovela;
así como Fabiola (interpretada por Geraldine Galván, a la que no veía desde “Cuando me enamoro”); Leonardo (Osvaldo
de León) y César (Lucas Velázquez).
Siento
no poder decir lo mismo de Marilú, una ex de Ricardo que comienza siendo buena
pero que en los últimos treinta capítulos chifla y llega incluso a intentar
matar. Creo que ese cambio no estaba contemplado desde el principio y si bien
sirvió para que el personaje sirviese para algo (era un adorno hasta que se
vuelve mala), me pareció que Mariluz Bermúdez, la bellísima actriz que le dio
vida, estaba muy sobreactuada como villana.
Me
gustaría también destacar la breve pero intensa participación especial de
Laisha Wilkins, a la que siempre es un gusto ver en pantalla.
Acabo
criticando que se haya desaprovechado en personajes terciarios (más que
secundarios) el talento de grandísimas actrices como Nuria Bages (tiene un
personaje que no es más que un florero) o Lourdes Mungía (que parecía al
principio que iba a ser una villana y que se quedó en nada, apareciendo quince
o veinte veces a lo largo de la historia).
TRAMAS:
La
historia original, de la huida, el cambio de identidad y el enamoramiento entre
Ricardo y Oriana (o Inés) dura unos treinta capítulos más o menos. Entonces,
para estirarla un poco más, reaparece el marido de Oriana, al que todos creían
muerto.
Con
ello se obtienen diez capítulos más y hacia el cuarenta Oriana confiesa a su
‘abuela’ que no es Inés, sino Oriana y le cuenta toda su historia.
La
historia principal se reiventa otra vez, entrando nuevos personajes, como Omero
de la Garza, y dándole un mayor toque policiaco-mafioso que no le queda nada
mal. Con la historia de Oriana tratando de obtener pruebas que permitan
desactivar la mafia en la que está metido su marido tiramos ya hasta
prácticamente el final.
Por
el medio hay una trama que no me ha gustado especialmente y que tiene que ver
con la custodia de Alina, que pasa de Oriana a Ricardo y de Ricardo a Oriana
como si fuese una pelota en un partido de tenis. Era muy poco creíble, al igual
que la trama sacada de la manga en la que Oriana sufre un accidente de coche y
pierde la memoria durante una temporada, que solo sirvió para rellenar diez
capítulos.
*Elenco de la telenovela. |
El
final es coherente con lo que fue la historia y todos los cabos quedan
cerrados, aunque quizás haya muchísimos saltos temporales (pasan meses, semanas
y días casi constantemente).
Otro
aspecto de la historia que me defraudó fue el hecho de que pensé que sería una
telenovela con altas dosis de misterio. Sin embargo, ello no fue así y el
asesinato sin resolver del padre de Ricardo acaba resolviéndose a veintitantos
capítulos de comenzar la historia. Y fin, ya no hay más misterio.
Sobre
las tramas secundarias, me ha gustado que hablasen abiertamente del VIH a
través de los personajes de Fabiola y Sebastián y que se dejara claro que el
VIH no es un impedimento para amar ni mucho menos para hacer una vida normal.
Agradezco
también la defensa de los animales que se hace a través de dos perritos: Tito y
Nerón (este realmente es un ‘perrote’).
*Altair, Cecilia Gabriela y Mayrín. |
Las
tramas de la mafia y sus inversiones son aburridas en cierto punto (con lo del
lavado de dinero a través de Trejo-Bonfil, por ejemplo), pero entretenidas en
otras ocasiones (como con la Inmobiliaria Paraíso o la trama final del CD).
Como
comentaba antes, me han gustado mucho las tramas de Mariano, especialmente la
relación que vive con Joaquina (interpretada por Dulce María) y su final, tan
emotivo. Eso sí, nunca entenderé por qué en la historia se dice en varias
ocasiones que Joaquina está en Hermosillo para mantener el buen nombre de su
padre. ¿Qué buen nombre? Joaquín era un asesino, un mafioso.
Me
dio pena que al final grandes personajes como Lucina o Doña Paloma se quedasen
sin encontrar a su media naranja. A la primera, yo la hubiera dejado con Rubén
ya que ambos personajes tenían una gran química. A la segunda, la hubiera
juntado con Omero de la Garza y se hubiera realizado así el idilio de juventud
que ambos habían tenido.
MÁS COSAS:
La
marca Televisa se nota en la calidad del producto. Los exteriores (locaciones)
son preciosos y nos muestran impresionantes playas de Hermosillo, San Carlos,
Bahía de Kino… Para los que vieron la telenovela, ¿no darían lo que fuese por
tener el hotel “El descanso”?
Las
mansiones están muy bien elegidas y los decorados muy cuidados.
Sobre
la musicalización, el tema principal, titulado “Déjame soñar” e interpretado a
dúo por Ricardo Montaner y la española India Martínez, es precioso, al igual
que una canción que suena de Pablo Alborán en determinadas escenas de la
telenovela.
Se
apostó también por canciones de David Zepeda para ambientar gran parte de las
escenas de la telenovela. He de reconocer que ha mejorado como cantante
(después del horroroso “Dulce talismán”)
e incluso me ha gustado mucho una de esas canciones, titulada “Volverte a enamorar”.
*Un momento de la entrada. |
Otra
cosa que también llama la atención de esta telenovela es el uso de novedosas
técnicas de rodaje en lo que a peleas y determinadas escenas de riesgo se
refiere. Se usa un sistema de cámara lenta, muy lenta, lo que hace que hasta el
más mínimo detalle salga en pantalla (una gota de lluvia, una bala…). Queda
genial y se agradece que se innove en un género tan trillado.
Esa
innovación se ve también en la entrada, una de las más curiosas de los últimos
años, muy bien hecha y que quizás falla en la tipografía.
En
lo que a vestuario se refiere solo voy a criticar los horrorosos pañuelos que
Ricardo llevaba enrollados en el cuello en diversos capítulos. ¿Cómo puede salir
a la calle con eso ahí puesto? Yo no podría, aunque, para gustos, colores.
En
resumen, una telenovela entretenida aunque podría haber dado mucho más de sí.
Aconsejable para ver, por ejemplo, mediante 15 o 20 capítulos a la semana. Los
personajes secundarios merecen mucho la pena.
-PUNTUACIÓN
FINAL: 8-
Comentarios
Coincido contigo en lo de que MPV es la mejor telenovela del 2013. Eso sí, la mejor de Televisa.
La telenovela fue corta y ágil, pero falló, para mi gusto, en los personajes principales. Están muy poco dibujados, algo que me extrañó siendo obra de Zarattini. En cambio, los secundarios son una delicia: María, la abuela, Omero, Mariano, Piero, Matilde y su familia...
Yo metí la pata al ver esta telenovela porque la seguí al día y aunque fue corta, duró más de cuatro meses de emisión y reconozco que acabé un poco cansado de ella. Creo que si la hubiera visto como las veo habitualmente (a razón de 15-18 capítulos por semana), me hubiera gustado más.
Eso sí, a nivel visual es un producto de calidad máxima.
Un saludo.