El pasado 26 de junio se estrenó en México la quinta entrega de la saga Vencer, que lleva por título Vencer la culpa. Claudia Martín, Gabriela de la Garza, María Sorté y Romina Poza protagonizan esta historia.
Muchos advertimos que la saga Vencer estaba dando muestras de agotamiento tras Vencer la ausencia, una cuarta entrega que fue mucho menos coral que sus predecesoras y un guion con algunas debilidades. Vencer la culpa tiene como meta devolver la saga al esplendor de tiempos pasados, lo que no sé si consigue en su inicio.
El capítulo con el que arranca esta quinta entrega dura cincuenta y dos minutos y se centra, esencialmente, en presentar a las cuatro protagonistas en dos tiempos, hace tres años y en la actualidad. Así conocemos a Manuela (Gabriela de la Garza), una mujer pluriempleada y madre soltera que saca adelante como puede a su hija adolescente. También a Amanda (María Sorté), una mujer que decide divorciarse de su marido y emprender un negocio de artículos para mascotas. Paloma (Claudia Martín) es, por este orden, la tercera en ser presentada, una joven a la que su novio deja plantada en el altar y que, tres años más tarde, parece haber rehecho su vida sentimental. Por último está Yaneli (Romina Poza), una joven huérfana que trata de encauzar su vida.
La acción se limita a desarrollar unas pocas tramas, como que Amanda deba volver a su casa para cuidar a su exmarido, enfermo de cáncer, ante la insistencia de sus hijos. Precisamente ahí se encuentra el primer nexo de unión de dos de las protagonistas: Leandro, el hijo de Amanda, interpretado por Gabriel Soto, es el padre de la hija de Manuela. También se adelanta un suceso violento para una de las protagonistas, pero el juego con el tiempo hace que se quede en poco más que un recurso para enganchar al espectador.
Y esto es, en resumidas las cuentas, lo que da de sí el primer capítulo de Vencer la culpa. La misma fórmula de anteriores entregas, escapando de la amistad que unía a las protagonistas de Vencer la ausencia, para presentarnos a cuatro mujeres que no se conocen de nada y que seguramente acabarán conociéndose muy bien, al estilo de Vencer el pasado, la que más éxito obtuvo en México.
Junto a los ya mencionados, se dejan ver en este arranque Matías Novoa e Íngrid Martz, que interpretan a un matrimonio con sus desavenencias; la gran Helena Rojo, como la madre de Manuela; Roberto Ballesteros, que da vida al exmarido de Amanda, y Luis Gática, que interpreta al padre de Paloma.
La realización es muy buena y se han perfilado aún más los personajes con elementos externos a ellos, como el vestuario o la musicalización. Cada protagonista tiene un tema propio y, en conjunto, cuentan con uno titulado igual que la telenovela e interpretado por Daniela Romo, Paty Cantú, Fanny Lu y Dulce. Suena así:
Las audiencias no están acompañando en México, donde lleva trece capítulos emitidos sin haber sobrepasado los tres millones de espectadores en ninguno de ellos. A ver cómo evoluciona, aunque las cifras no son muy halagüeñas.
¿Alguien la lleva al día o ha visto más allá de este primer capítulo? Mi intención era verla, pero solo si me confirman que será la última entrega de la saga. Para mí debería serlo. Tres años y cinco telenovelas han estado más que bien.
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