Imaginaos que una pareja contempla el mar desde un paseo marítimo a las dos de la madrugada. Él le dice un te quiero al oído pero que ella apenas lo escucha, por el ruido oleaje. Le pide que se lo repita. Él se aleja y empieza a gritar unos cuantos te quiero. “¡Estás loco! ¡Vas a despertar a alguien!”, le responde ella a voces. Siguen con el juego. Aparece la Policía y les pregunta si está todo bien. Ambos coinciden en señalar que sí. Se ríen mientras ven alejarse al coche patrulla.
No imaginéis nada. El loco soy yo. La que me lo llama, la marquesa de mi corazón. Estoy enamorado, soy así de cursi. Loco igual lo estoy sin necesidad de enamorarme, no lo sé.
Quien más sabe de psicología y de comportamiento humano en esta pareja es ella. Yo, cero. Muy a menudo me llama loco cuando hago algo de esto y asocia mi locura, que sé que le gusta, a mi consumo de telenovelas. “Estás acostumbrado a demostraciones de amor que a veces rozan la exageración”, me dice ella, que no ha visto ninguna telenovela. “Que no es por eso, es porque te quiero y no me canso de gritártelo ni de decírtelo de cualquier manera. Un día te colgaré una pancarta en tu calle”, le respondo yo. Quiero creer que el género no ha condicionado que yo sea así. A ver, todos nos enamoramos y todos hacemos el tonto por amor. Incluso nos atrevemos con cosas que no haría ni el más loco de locos. Es lo bonito de querer a alguien.
Sin embargo, ese conocimiento que tiene de la psique humana me lleva a preguntarme si realmente quienes vemos telenovelas somos más exagerados, como diría ella, que los que no consumen este género, donde siempre hay amor. Lo reflexiono mientras vuelvo a casa en un búho, uno de esos autobuses nocturnos de fin de semana. Tomo notas en el móvil de cara a plantearlo en una entrada de este blog. A la mañana siguiente, con la cabeza descansada, me pongo a escribirla. Ya casi estoy terminándola cuando suena mi teléfono. Es un whatsapp: “calculo que te quiero 2 elevado a la 85 en lentejas. Y aun así muy posiblemente será menos de lo que realmente te quiera. Buenos días, rey”.
¿Realmente solo quienes vemos telenovelas somos exagerados cuando se trata de enamorarnos?
Comentarios
Esta época del enamoramiento es preciosa, es como si estuvieras en una nube, es una etapa del amor increible.
No creo que seas tan expresivo por ver telenovelas, más bien creo que eres así, y por eso las ves y te gustan.
Si que de las telenovelas se pueden sacar «ideas románticas» pero si no nos salen de dentro, no podemos con ellas.
Por ejemplo: mi marido no es nada romántico, y estas cosas lo agobian profundamente, para más inri se dedica en findes a poner música en las bodas, y desde ahora Marzo hasta Novbre tiene bodas ,casi cada finde, cuando llega a casa no puedo ni preguntar como iba la novia ni nada...viene hartito de ver regalos, bailes coreagrafiados, videos de amigos, comidas que se alargan infinito. Las bodas hoy en dia se han convertido en un espectaculo que a veces se puede rozar hasta lo cutre. (No digo todas pero una mayoría si)
Pues todo esto para decirte que a el no se le pega nada jaj 😂 al revés, ni hablar de estas cosas romanticonas.
(Por cierto vivimos bien como pareja, y ya hace años)
Asi que Gafemo vive el amor en todo su esplendor, disfruta tu y tu princesa de estos primeros momentos 💞
Saludos!
Creo que sí, que más bien soy así, aunque esta mujer no me lo está poniendo fácil. Por ejemplo, me encantan organizar sorpresas y ella las odia porque le gusta saber siempre qué va a pasar, entonces tenemos ahí unos debates importantes jajaja
Se está disfrutando, ojalá que lleguemos lejos.
Un saludo!