Hace dos años descubrí la franquicia Vencer de la mano de Vencer el miedo, que me gustó, aunque no tanto como para incluirla entre mis telenovelas favoritas. En esa categoría sí entró la segunda entrega de la saga, Vencer el desamor, que vi a lo largo del último trimestre del año pasado, y que terminé a principios de este 2022. Unas semanas más tarde comencé a ver la tercera, Vencer el pasado, una telenovela sobre la que tenía mis dudas, ya que se rodó pocos meses después de que concluyera la anterior entrega de la saga. En esta crítica disipo esas dudas sobre la que, desde ya os digo, es una de las mejores telenovelas de 2021.
⚠ ATENCIÓN: AVISO SOBRE SPOILERS
Esta entrada y sus comentarios contienen spoilers que aconsejan su lectura una vez vista la telenovela.
SINOPSIS, DATOS Y TRÁILER
Renata Sánchez Vidal (Angelique Boyer) es una joven bióloga molecular que vive un gran momento personal y profesional. A punto de casarse con Alonso (Horacio Pancheri), su novio de la universidad, ultima los detalles de un nuevo kit genético con el que busca revolucionar el sector y ayudar a numerosas personas. En su despedida de soltera, un compañero de empresa le da un beso que es grabado por varios de los allí presentes. La escena se vuelve viral y Alonso deja plantada a Renata. Pocos días después, ella es despedida de su trabajo, acusada de robo, ya que Alonso ha registrado como suyo el kit en el que trabajaba su pareja.
Al mismo tiempo, en Puebla, Carmen (Erika Buenfil) descubre que su marido le es infiel, tras viralizarse un vídeo íntimo que Heriberto (Roberto Blandón) le envió a su amante, con la que se fuga días más tarde. Desesperada y ahogada por las deudas de su esposo, Carmen decide trasladarse a la Ciudad de México con sus hijos, Ulises (Sebastián Poza), Oliver (André del Regil) y Danna (Ana Paula Martínez), quien fue, sin quererlo, la encargada de subir a las redes sociales el vídeo sexual de su padre.
Una situación parecida es la que también lleva al DF a Mariluz (Arantza Ruiz), una joven que aceptó ser fotografiada desnuda por su novio, sin saber que este iba a hacer públicas sus imágenes y que todo Jumitán, su pueblo, iba a reprocharle su actitud.
Renata, Carmen, Mariluz y Danna entablarán una particular amistad gracias a Biogenelab, el laboratorio en el que las tres primeras consiguen trabajo, de la mano de Lisandro Mascaró (Leonardo Daniel) y su hija Fabiola (África Zavala), los dueños de la empresa. Hasta Biogenelab llega también Mauro (Sebastián Rulli), un bioinformático que busca hacer justicia a su padre, un hombre arruinado por Lisandro, quien fuera su amigo.
Las protagonistas de esta historia deberán comenzar una nueva vida e intentarán, por todos los medios, dejar atrás el pasado, no sin comprobar que, injustamente, su vida personal y profesional será cuestionada en más de una ocasión por ese pasado del que ninguna de ellas es responsable.
México. Televisa, 2021.
85 capítulos.
PRODUCTORA EJECUTIVA: Rosy Ocampo
GUION: Pedro Armando Rodríguez, Alejandra Romero, Humberto Robles, Gerardo Pérez Zermeño, Luis Gamboa Gangoiti, Cecilia Oviedo y Claudia Caro Cabello.
DIRECCIÓN: Benjamín Cann y Fernando Nesme.
Emitida en México entre el 12 de julio y el 5 de noviembre de 2021.
PERSONAJES Y ACTUACIONES
Por fin pude conocer a Angelique Boyer. Tenía ganas de coincidir con ella, pero no ha sido hasta esta telenovela cuando la he descubierto como actriz. Deseaba saber si las buenas críticas, su éxito de público y sus galardonadas actuaciones estaban o no justificadas y sin duda alguna, lo están. Angelique es una actriz impresionante, que se maneja con una naturalidad que pocas tienen hoy en día. En este caso, brilla como Renata, un personaje muy complejo, con un pasado difícil que, poco a poco, ella y los espectadores van descubriendo.
Angelique Boyer y Sebastián Rulli son Renata y Mauro |
En esta telenovela entendí por qué lleva ya cuatro protagonizadas junto a su pareja en la vida real, Sebastián Rulli. Su química es estupenda, aún incluso cuando en esta historia su romance se desarrolla a fuego lento. Me gustó reencontrarme con Rulli, casi una década después de Amores verdaderos, con un personaje tan complejo como Renata y con un pasado oculto que, en cierta manera, los une.
Todas las entregas de la saga Vencer tienen cuatro protagonistas. A Angelique se suman Erika Buenfil, Arantza Ruiz y Ana Paula Martínez. Reconozco que Erika siempre me ha despertado mucha simpatía y que la he visto como una de esas actrices capaces de lucirse incluso con personajes secundarios de muy limitado recorrido, como el que tuvo en A que no me dejas. Con una protagonista como Carmen, Erika reivindica sus más de tres décadas en activo y su capacidad para sacar adelante tanto personajes nimios como personajes con un desarrollo tan brutal como el que vive Carmen, una mujer que de un día para otro pierde su estatus, sus amistades y casi que su vida y se ve obligada a llevar a cabo una especie de aprendizaje forzoso para sobrevivir y sacar adelante a su familia.
Erika Buenfil, Arantza Ruiz y Ana Paula Martínez completan el cuarteto protagonista |
De Arantza Ruiz solo puedo celebrar lo que vaticiné hace seis años, al hilo de La querida del Centauro: cuidad a esta chica, que tiene madera. Aquí lo demuestra, con un papel de peso, que ojalá le abra muchas más puertas. Es hora de apostar por caras nuevas y en el caso de Arantza a lo nuevo se suma un talento brutal, como demuestra con Mariluz.
Me atrevo también a pronosticar un gran futuro a Ana Paula Martínez, que cierra el cuarteto de protagonistas convertida en Danna, la hija de Carmen. Me dio mucho gusto volver a ver a la niña que conocí en Mentir para vivir, hace nueve años, convertida en una adolescente que demuestra lo que vale como actriz, con un personaje con muchos prismas y que tiene un desarrollo muy interesante.
A diferencia de las anteriores entregas de la saga, Vencer el pasado se articula, en buena medida, en torno a Biogenelab, un laboratorio clave en muchas de las tramas. Lisardo Mascaró es su presidente, un personajazo hecho a la medida del grandísimo actor que lo interpreta, Leonardo Daniel. Como sabéis, Leonardo Daniel interpretó durante algunos capítulos al villano de Vencer el desamor hasta que el Covid le obligó a dejar la telenovela. Recuperado y con fuerza, volvió al género de la mano de Lisandro, un tipo con luces y sombras, que despierta en el espectador desde simpatía, en un primer momento, hasta el más profundo odio conforme avanza la historia. Magnífico trabajo el de Leonardo Daniel. Junto a él se encuentra Gabriela Rivero, que da vida a Brenda, su esposa, hija del fundador de Biogenelab, una mujer totalmente controlada por su marido, que ha llegado, incluso, a anularla profesional y personalmente. Si bien no es una de las cuatro protagonistas oficiales, para mí Brenda lo es, por su historia y por los mensajes que lanza a lo largo de los capítulos. Me encantó reencontrarme con Gabriela, otra excelente actriz a la que llevaba sin ver desde El rostro de la venganza.
África Zavala, Leonardo Daniel, Gabriela Rivero y Ferdinando Valencia dan vida a los Mascaró |
Lisandro no solo ha controlado a su esposa, sino también a sus hijos, Fabiola y Javier. África Zavala se convierte en la directora general de Biogenelab, una mujer de armas tomar, en apariencia independiente, pero totalmente sometida a los designios de su padre. Lo mismo que decía de Brenda lo aplico a Fabiola, para mí otra de las protagonistas de esta historia. Menos sometido está Javier, interpretado por Ferdinando Valencia, y que es el único que planta cara a Lisandro, quien se ha encargado de apartarlo de la familia precisamente por ese carácter díscolo. Disfruté muchísimo con esta familia y del buen hacer tanto de África como de Ferdinando, que me encantan. Ligado a la familia Mascaró, aunque bajo las órdenes de Lisandro, se encuentra Isidro, un personaje con un recorrido desgarrador, interpretado por Alberto Lomnitz, que a mí me ha fascinado, aunque ya lo conocía de algunos secundarios como el que tuvo en Rosa diamante.
Otra familia ligada a Biogenelab es la de Renata, pues tanto Camilo como Sonia, sus padres, trabajan en el laboratorio. De mayor quiero tener una relación tan tierna como la que tienen Manuel ‘Flaco’ Ibáñez y Leticia Perdigón en esta telenovela. Qué química tan bonita y cómo traspasa la pantalla, incluso en los momentos más difíciles para los Sánchez Vidal, una familia que completa Erik, el hermano de Renata, interpretado por Miguel Martínez, uno de los descubrimientos que me deja esta telenovela.
Cerca de los Sánchez Vidal, y también en Biogenelab, se encuentra Alonso, la expareja de Renata. Horacio Pancheri me ha sorprendido muy gratamente con este villano, un tipo mezquino que solo mira por sí mismo y su futuro profesional.
Los Cruz Medina y los Sánchez Vidal son dos familias muy distintas entre sí
Sin dejar Biogenelab, al laboratorio se vinculan de distintas formas otras dos familias, como la de Carmen, compuesta, además de por ella y Danna, por Ulises y Oliver, los hijos varones de aquella, interpretados por Sebastián Poza y André del Regil. Me ha gustado más Sebastián aquí que en Fuego ardiente, o por lo menos lo he visto más natural. A André no lo conocía y me ha sorprendido mucho. Hay madera, y si no tiempo al tiempo. Carmen se traslada a la Ciudad de México tras ser abandonada por Heriberto, un machista y maltratador con el que Roberto Blandón demuestra por qué siempre se luce, ya sea como bueno o de villano. En su nueva vida conocerá a Lucio, interpretado por otro grande, Diego Olivera.
Una segunda familia ligada a Biogenelab es la de Mauro, que vive acompañado de Rodrigo, su hermano, y Eusebio, su tío. Luis Curiel da vida al primero, un joven en silla de ruedas al que se le toma cariño, gracias a ese humor negro tan particular que tiene, y que comparte con Eusebio, interpretado por el incansable y siempre genial Otto Sirgo.
Completan el elenco un sinfín de secundarios, algo común a las anteriores entregas de la saga. Entre ellos se encuentran algunos que vienen de Vencer el miedo y/o Vencer el desamor, como Valentina Buzzurro, que repite como Gemma, o Jade Fraser, que hace lo propio como Cristina. A ellos se suman otros que llegan para Vencer el pasado, como Eugenio Montessoro, que interpreta a Norberto, el gran rival de Lisandro, o María Perroni Garza, que se convierte en Rita, la mejor amiga de Danna. Entre esos nuevos secundarios, permitidme destacar a dos mujeres que hacen un trabajo excepcional: Fernanda Borches y Lourdes Mungía. No voy a dar detalles de sus personajes para no caer en spoilers importantes, pero si la habéis visto sabréis de qué hablo… y si no, atentos a cuando salgan en escena estas dos pedazo de actrices.
PERSONAJES Y ACTUACIONES: 3/3
TRAMAS
Vencer el pasado rompe con la coralidad de sus predecesoras y apuesta más por la individualidad de tramas, aunque, eso sí, con puntos en común entre todas ellas. Uno de esos puntos es, precisamente, Biogenelab, el lugar en el que se conocen Renata, Carmen, Mariluz y Danna. Este escenario, un moderno laboratorio de genética, no solo sirve como nexo de unión de las protagonistas, sino que también impregna, de una u otra forma las tramas principales de la telenovela, y lo hace a partir de una notable dosis de intriga, mucho mayor que la que manejan las dos primeras entregas de la saga.
Mauro llega a Biogenelab en busca de justicia |
De esta forma, y como el espectador descubre conforme avanzan los capítulos, no es casualidad que Renata acabe trabajando en Biogenelab. Tampoco lo es la llegada de Mauro, en un momento en el que el laboratorio apuesta por crear un área de bioinformática. Dejando de lado el misterio, la relación que surge entre ambos es uno de los atractivos de la historia, porque aunque tardan en darse cuenta de ello, Renata y Mauro se enamoran desde que se conocen. Al margen de su relación, Fabiola, por parte de Mauro, y Javier, por la de Renata, se encargan de obstaculizar, directa o indirectamente, un amor llamado a triunfar. En ese sentido, me encantó la caballerosidad de Javier y cómo se maneja el sentimiento tan puro y noble que tiene hacia Renata. Lo mismo sucede con Fabiola, aunque su único objetivo con Mauro es el de divertirse, mientras que ella es, para Mauro, un cauce de venganza, pues Biogenelab es también eso, el escenario de un proceso de justicia personal, que Mauro emprende contra Lisandro y los Mascaró y que, poco a poco, lleva a descubrir quién es realmente el poderoso empresario y las formas tan poco éticas con las que ha hecho y pretende seguir haciendo fortuna. Aunque el planteamiento de esa venganza se antoja algo distinto por lo inusual que es toparse con una telenovela en la que se habla de laboratorios, de genética y de bases de datos, el desarrollo es de lo más clásico, con unos cuantos giros de guion que sorprenden y que son otra de las principales bazas de esta historia.
Un segundo nexo de unión de las protagonistas es las redes sociales y el uso inadecuado que otros hicieron de ellas para exponerlas. Todas las Vencer tienen un toque realista y es de las redes de donde bebe esta tercera entrega. Así, como me comentaba Daniel, el caso de la protagonista, expuesta en redes bajo el mote de Lady Cuernos, está inspirado en una historia real. Lo mismo sucede con Lord Tremendón, el apodo del marido de Carmen, con unos vídeos íntimos que recuerdan a los que se filtraron hace tiempo con un conocido actor mexicano como protagonista.
Mariluz descubre que sus fotos íntimas circulan por internet |
El caso de Mariluz, cuyo ex publica fotografías íntimas que ella le había autorizado a tomar en un momento dado, es el pan de cada día entre muchachas de su edad, e incluso más jóvenes. Me gusta que se deje claro que eso es un delito y que se refleje cómo, quien no tuvo culpa de ello, acaba siendo muchas veces despreciada por sus amigos y familiares. La adicción a las redes de Danna es otra muestra de algo que a mí me preocupa especialmente: la construcción de una falsa imagen pública mediante fotografías y vídeos que distan, y mucho, de la realidad de quien los sube. También a través de Danna se muestra que lo que a veces se vende como un amor a través de las redes no es más que un negocio en el que una parte intenta aprovecharse de la otra. De verdad, aplaudo que se hayan tocado estos temas y ojalá mucha gente se haya parado a reflexionar sobre el uso que dan a las redes y haya quedado claro algún que otro mensaje, como que si una chica te deja hacerle fotografías íntimas, esas fotografías son para ti, no para que las difundas o vendas al mejor postor.
Sobre ese trasfondo realista se construyen una serie de tramas amorosas que, en cierta forma, ayudan a las protagonistas a superar su pasado. Ya os hablé de Renata y Mauro, pero no de Carmen y Lucio, una pareja preciosa que se forma hacia la mitad de la telenovela. Tampoco de Mariluz y Ulises, que comienzan una relación que a mí me ha encantado, porque rompe con varios tópicos que aún abundan en nuestra sociedad. Con todo y algún momento en el que apetece darle un tirón de orejas, Ulises es un referente de una nueva masculinidad que haría de las relaciones entre jóvenes algo totalmente distinto, lejos del machismo y de los marcados roles de género que las presiden. Gracias a parejas así se consiguen matrimonios como el de Camilo y Sonia, que es la pareja más bonita de la telenovela, y que tiene como antítesis, al matrimonio de Lisandro y Brenda. Los cuatro se casaron muy jóvenes, pero mientras que el matrimonio de Camilo y Sonia se basó en la comprensión, la confianza y en la igualdad, el de Lisandro y Brenda se apoyó en todo lo contrario. También en esto hay un importante reflejo de la sociedad en que vivimos.
Renata descubre que padece la enfermedad de Wilson |
La telenovela apuesta, como os decía, por repartir el protagonismo en diferentes dosis entre sus distintas protagonistas y es Renata la que sale ganando. Mientras que Carmen, Mariluz y Danna se ven obligadas a vencer un pasado digital y profesional, Renata tiene que vencer un durísimo pasado personal que se revela por una enfermedad, la de Wilson. Me pareció brutal esta trama y cómo la llevan desde el principio y hasta el último capítulo, con unos cuantos giros de por medio. Para mí, es en la que más se luce Angelique, porque se deja la piel en la Renata frágil consigo misma, pero fuerte para los suyos, en que se convierte el personaje una vez descubre su padecimiento.
Esta trama vertebra los últimos capítulos, que son trepidantes, de esos que se ven casi sin parpadear. El final, cerrado, deja varias enseñanzas, y también un detalle en el aire, para que cada espectador piense lo que estime oportuno, ¿fue casualidad que otro hombre besase a Renata en su despedida de soltera y que alguien lo grabase y publicase en las redes? Personalmente, creo que no.
Hablaba de enseñanzas, y no quiero terminar este apartado sin resaltar algunos mensajes positivos que deja la telenovela sobre muchos aspectos. Para empezar, me encanta que se insista en que por el hecho de que una mujer tome la píldora, es aconsejable que el hombre utilice preservativo, porque la píldora no previene enfermedades de transmisión sexual. Me gustó, yendo a otro tema, que el colegio de Oliver se implicase activamente para atajar el bullying que él y otros compañeros habían comenzado a hacerle a Juampa, el hijo de Lucio. También celebro que se haya hablado de la discapacidad y de los problemas que afrontan en su día a día personas como Rodrigo, que desde que era un niño se mueve en silla de ruedas. Y, como en anteriores entregas, es loable ver que esta saga sigue luchando por la igualdad entre hombres y mujeres con ese toque feminista de la franquicia Vencer y con personajes que muestran, con argumentos en contra, lo necesario que es que llegue un día en el que todos, independientemente de nuestro sexo, seamos iguales y gocemos de los mismos derechos y libertades.
TRAMAS: 4,75/5
MÁS COSAS
Vencer el pasado comparte escenarios con sus predecesoras, en concreto, el barrio de El Peñón y el edificio que Álvaro Falcón diseñó para ser construido en la parcela que ocupó la casa Falcón en Vencer el desamor. Evidentemente, tal edificio no existe y ha sido recreado exteriormente mediante técnicas digitales. Lo que era impensable hace unos años, hoy es una realidad de la que puede presumir esta telenovela, porque les ha quedado un edificio bien hecho que da el pego.
Edificio residencial construido en el solar de la casa Falcón |
Junto a esta localización virtual hay otras reales, como la casa de los Sánchez Vidal, la impresionante mansión de los Mascaró o el imponente edificio que alberga la sede de Biogenelab. El trabajo con las localizaciones es extraordinario y el llevado a cabo con los decorados tampoco se queda atrás. Una buena muestra lo son las dependencias de Biogenelab, construidos en el piso 20 de un edificio de oficinas en el distrito de Santa Fe y que bien podrían ser, desde la recepción a los laboratorios, las estancias reales de un centro especializado en genética.
Sala de juntas de Biogenelab |
He notado un salto cualitativo en lo que a vestuario se refiere con respecto a las anteriores entregas. Me encanta la variedad que portan actores y actrices, siempre con prendas muy acordes al carácter de cada personaje. También celebro que haya más variedad en cuanto a soundtracks y temas musicales. El principal, titulado como la telenovela, corre por cuenta de Ha-Ash y es una pasada. No se queda atrás otro, con el mismo título, que corre por cuenta de Arantza Ruiz.
Echo en falta no haber podido identificar dos o tres más que suenan en distintos momentos pero que o no se encuentran disponibles de forma íntegra, o que de estarlo, no me ha sido posible hallarlos.
En una telenovela en la que las redes sociales y los dispositivos electrónicos tienen tanta presencia, se agradece, asimismo, que el espectador pueda ver qué leen, reciben o envían los distintos personajes e, incluso, las reacciones que causan sus publicaciones en las redes.
MÁS COSAS: 3/3
Si Vencer el desamor me confirmó que la saga Vencer es de lo mejor que se ha hecho en el género en México en los últimos años, Vencer el pasado reafirma mi tesis. Una telenovela con un elenco impresionante que saca adelante personajes cargados de matices sobre un guion en el que cabe todo, desde tramas románticas al misterio, pasando por diferentes mensajes sobre muy variados asuntos, y con unos últimos capítulos que tienen una tensión extraordinaria. Me preparo, sin duda alguna, para Vencer la ausencia y seguir disfrutando de esta saga, una buena muestra de que las telenovelas originales aún tienen mucho que decir y que se puede abrir nuevos horizontes en este género.
PUNTUACIÓN FINAL: 9,75
Comentarios
Le has dado -9,75- guauuu esto ya es casi -10- ya lo dices que te gustó mucho, se nota.
Lo que me he quedado «a cuadritos» es que no hayas visto nunca Angelique Boyer en una telenovela?? Como?? Tu, igual que varios lectores veis muchisimas....es alucinante!!! Esto que me pase a mi, que no estoy al día que veo pocas telenovelas...pero con esto y todo la he visto en varias a A. Boyer : Teresa, Abismo de Pasión, Lo que la Vida me Robó, Tres veces Ana a trozos, y seguro que alguna me dejo.
Gafemo que raro, no será que no te acuerdas??? 😂😂. Muy raro!!!
Saludos ❤
Me gustó mucho y es una de esas telenovelas que inevitablemente voy a recordar con cariño por asociarla a un momento de mi vida que fue muy bonito.
Confirmo que nunca había coincido con Angelique Boyer. No había visto ninguna de las que había protagonizado y tenía ganas, pero es que "Teresa" no la vi en su día, y de las tres siguientes, la única que me llamó un poco la atención fue "Lo que la vida me robó", claro que la hicieron tan larga que se me pasó el interés. De "Imperio de mentiras" ni hablo, porque fue una telenovela devastada por la crítica. Menos mal que con "Vencer el pasado" Angelique volvió a brillar, además con su primera original, después de tantos años de trayectoria.
Y ya te digo, a mí me ganó como fan.
Un saludo!