Debo confesar que me encantan las escenas como esta, que pertenece a Fuego ardiente (Televisa, 2020-2021).
⚠ ¡ATENCIÓN! Esta entrada contiene spoilers
Pilar se enfrenta a Heriberto tras conocer que este destrozó la vida de su hijo. Todo sucede en menos de un minuto, apenas cincuenta segundos en los que Yolanda Ventura y Odiseo Bichir se lucen. Cincuenta segundos que tienen un añadido muy particular, el de enfrentar a Odiseo y Yolanda, dos actores que son marido y mujer en la vida real.
No sé si es por curiosidad –quien dice curiosidad, dice un poco de morbo– o por qué, pero me fascina encontrarme con escenas de este tipo, en las que dos actores expresan con sus personajes algo totalmente distinto a lo que sienten como personas. Me parece que es donde más se puede lucir cualquier actor o actriz, en una escena como esta, en la que termine agrediendo a quien en realidad es su esposo o esposa. Lo profesional se mezcla, aunque sin cruzarse, con lo personal. No son Yolanda y Odiseo, son Pilar y Heriberto, si bien para el espectador que conoce un poco su vida es imposible no ver, entre Pilar y Heriberto, a Yolanda y Odiseo y su matrimonio.
Descubrí lo mucho que me fascinan este tipo de escenas hace más de una década, con la versión estadounidense de ¿Dónde está Elisa? Recuerdo que me estremeció ver cómo Danna le gritaba a Mariano, su esposo, tras descubrir que le era infiel. Sonya Smith tenía que llamar de todo a Gabriel Porras, quien entonces era su esposo. Claro, que él también le dijo unas cuantas cosas cuando descubrió que Danna se había enamorado de otro hombre.
Pienso que, por mucha confianza que haya, no debe ser fácil para un actor o actriz verse en una situación así, en la que le toca enfrentarse a una persona con la que comparte su vida. Es ahí donde se demuestra la profesionalidad y donde se consiguen sacar adelante escenas soberbias, sin mezclar el trabajo y la vida personal, aunque ambas dimensiones se rocen inevitablemente.
Aunque haya ejemplificado con matrimonios, lo mismo puedo decir de aquellos casos en los que la relación tortuosa se da entre dos actores con una relación paterno o materno filial. Se me viene a la mente el ejemplo de La impostora, con Eduardo renegando de su madre, Raquel, tras descubrir de lo que es capaz. La desaparecida Christian Bach se lució junto a Sebastián Zurita, su hijo en la vida real.
Ahora bien, por mucho que me guste este recurso, creo que no conviene abusar de él. Cualquier panorama artístico es lo suficientemente amplio como para evitar que dos familiares coincidan en una telenovela y permitir que lo hagan solo si, como sucede en estos tres casos, la coincidencia enriquece algunas tramas y las hace aún más atractivas para el espectador. Insisto, no sé si es curiosidad o hay algo de morbo, pero es una gozada toparse de vez en cuando con un capricho de la ficción como el que abre esta entrada.
Comentarios
No sabía que eran matrimonio Yolanda y Odiseo, hacen buena pareja, son buenos actores.
Ya sabes que yo conocí a Yolanda por su faceta juvenil de «Parchís» y su papá fue muy conocido por su música y actuaciones en épocas de mis padres, y al ser català más....aquí era muy conocido sobretodo tocando la trompeta.
El tema del que hablas, yo más bien lo veo más fácil de hacer siendo pareja (no son unos jovencitos) no creo les afecte, más bien hay más complicidad para prepararse bien en casa y con calma.
Son un matrimonio ya con sus 50 y pico de edad, ya maduros. Cuando tienes 20 o 30 años eres más pasional, todo te lo coges más a flor de piel, igual las peleas que las reconciliaciones...a partir de los 40 vas madurando, normalmente tienes hijos que te hacen crecer y madurar rápidamente ( malo si te quedas verde y no maduras jaj) y luego...ya todo lo masticas mejor y si la relación fluye estás más calmad@.
Pues bueno, ya hemos hablado hoy de parejas ❤
Saludos de domingo!!!
El ejemplo con el que empiezas el post es, además, un matrimonio que se enamoró en el set de una telenovela: "Cuando me enamoro", donde Odiseo también era villano y no era nada bueno con el personaje al que daba vida Yolanda. Y siendo marido y mujer en la ficción, terminaron siéndolo también en la vida real.
Saludos
L.