MI VIDA Y LAS TELENOVELAS: Product placement o cómo una telenovela me hizo desear un móvil

El otro día encontré en un portal de anuncios clasificados un Motorola Pebl, un teléfono móvil que según Wikipedia se comenzó a producir en 2005 y que aquí en España se vendió hasta 2010. Permitidme que os ilustre con una imagen del susodicho teléfono antes de contaros mi historia con él y qué tiene que ver todo esto con las telenovelas:

Las empresas que colaboran con la producción de telenovelas o de cualquier otro producto audiovisual lo hacen a cambio de dos cosas, publicidad y el posible product placement que sus artículos pueden despertar en el espectador cuando este los ve dentro de la historia. El ejemplo más utilizado acerca de qué es el product placement  es aquel por el que si vemos a un personaje bebiendo un refresco, acabaremos teniendo ganas de tomarnos ese refresco, y sí, pienso en una marca muy concreta que suele gustar a casi todo el mundo.
Las telenovelas no escapan del product placement y los espectadores, tampoco. En mi caso, los personajes de la telenovela Victoria (Telemundo y RTI, 2008) hicieron que conociese el Motorola Pelb, ya que prácticamente todos usaban este móvil, que además tenía como diferentes carcasas, un diseño muy bonito y esa pantalla en la tapa donde podías ver la hora. Corría 2008, yo quería tener un Motorola Pelb y daba la casualidad de que acababa de comprarme un Nokia 2760 azul, muy mono, sí, pero que todo el mundo me decía que era de viejo. Es muy raro que caiga en el product placement de una telenovela o una serie, pero con el Motorola Pelb caí y me dispuse a buscarlo por las tiendas. Si el Nokia que tenía me había costado como 60 euros, el Motorola costaba el doble. No me parecía apropiado gastar tanto por un móvil cuando tenía ya uno, de viejo, pero que estaba nuevo, así que esperé unos meses más, hasta abril de 2010. Con Victoria ya acabada, un día en el que me iba de viaje, de camino a la estación de autobuses, vi una tienda que estaba en liquidación vendía unas últimas unidades a unos 70 euros. Iba con prisa, así que me esperé a volver de viaje, pero cuando lo hice ya era demasiado tarde; la tienda había echado el cierre.
Nunca llegué a tener ese teléfono que tanto me había gustado, que me habían metido por los ojos de una forma muy sutil, casi sin enterarme. En eso consiste, justamente, el product placement. Visto con perspectiva, fui un idiota por caer en el product placement y por avergonzarme de mi pobre Nokia 2760, que aún funciona. Sería de viejo, pero a duro no lo ganó ninguno de los otros móviles que tuve. Y sí, visto desde ahora, el Motorola me parece horrible. Tenía que decirlo.

Cuidado con el product placement, hay que evitar caer, aunque nos engañen de una forma tan sutil para lograr que compremos lo que nos quieren vender. ¿Alguna vez os ha pasado algo como esto que os acabo de contar? Os animo a desahogaros y a debatir un poco sobre este tema.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
A mí me pasa pero con la comida que sale. Alguna vez tb con los coches pero con móviles no

Ximena
tessa ha dicho que…
Gafemo que me parto de risa...jaj ¡Movil de viejo!! A puesss ya da una rabia que te compres algo y de repente te guste otro, buahhhh
Bueno, que si me ha pasado pues claro, con la ropa, calzado, bolsos etc etc..las «presumidas» siempre vamos a la caza, busca/captura. Cosas de la vida moderna, y mientras sean cosas de comprar y no sea te canses del marido y te guste otro...jaja se puede apañar, lo otro ya son cosas graves!!
Buen domingo
(Por cierto yo de tu me hubiera esperado en la tienda si o si, a comprarlo, ya lo creo😂)
AlexAyaoiHD ha dicho que…
Gafemo, a mi me pasó algo parecido y tuve el Razer, que es el que tenía Marcos Mutti (Juan Alfonso Baptista) en La mujer en el espejo. A mi me gustó y me servía en su momento, pero no se compara con los actuales, aunque a los actuales les falta el toque de originalidad de diseño que tenían los Nokia del 2006 - 2007, que uno de ellos lo utilizaba la Barbieloca de Yo soy Bea. Ese si que era un product placement en el que no caí, tan solo el de La mujer en el espejo, lo disfruté, me gustó, pero disfruto más el que tengo actualmente que cumplió 3 años hace unas semanas.
GAFEMO ha dicho que…
Buenas tardes:

Veo que no he sido el único jajaja. Ximena, a mí me también me pasa con la comida. El problema es que es difícil o muy difícil conseguir unas enchiladas, unas arepas o cualquier otra cosa típica del otro lado del océano aquí en España. Es difícil, es caro y tiene el problema de que casi seguramente no sabrá igual. Con los coches también me ha pasado alguna vez, especialmente con alguno que otro que no se ve por estos lares.

Con la ropa no me suele pasar, salvo algún traje o algo así que compraría para nada, porque llevo muchos años sin ponerme un traje, pero... ¡Y lo bien que quedan en pantalla! Aunque solo sea por eso, te comprendo, Tessa.

El Razer era un muy buen teléfono para su época, Alex. Lo tenía un amigo mío y era una pasada, aunque para mí demasiado grande. Nokia siempre fue a la avanzada hasta que llegaron Samsung y los smartphones y aunque los de Nokia intentaron reinventarse, ahí se quedaron. Veo que eres de los míos, de los que cuidan sus móviles. El mío tiene cuatro años y medio y va como el primer día.

Un saludo!