PALABRA DE DIRECTIVO: Lo 'fallido' de "Derecho a soñar"

Después de mucho tiempo meditándolo y con ganas de hacerlo, hoy estreno un nuevo apartado en el que los directivos de cadenas y productoras van a ser los protagonistas. Realmente, más que ellos, lo van a ser sus declaraciones.

Como abanderados de una productora o cadena, los directivos suelen hablar de sus productos de una manera peculiar: o mienten o maquillan la realidad de tal forma que al final confunden y mucho a quienes leemos sus palabras a través de entrevistas, reportajes sobre ruedas de prensa y presentaciones a los medios e incluso mediante sus tuits o publicaciones en redes sociales. Buscando desmontar afirmaciones que no lo son surge este nuevo apartado, que inauguro con la respuesta que Fernando López Puig, director de ficción de TVE, dio en una entrevista a Vertele cuando le preguntaban por la valoración que hacía sobre Derecho a soñar, que como sabéis estoy viendo.

“En cuanto a Derecho a soñar es un serie fallida que tuvo su ciclo y cuando acabe la reemplazaremos por otro producto”. Así, en dos líneas, despachaba López Puig la pregunta. Con lo de “serie fallida” dejaba claras dos cosas: una, el rechazo, una vez más, a usar la palabra “telenovela”, pese a que los actores no dudaron en referirse a ella como tal en la presentación a los medios. Otra, que los pobres datos de audiencia de la telenovela se deben a que no es un buen producto, de ahí lo de “fallida” y también lo de “que tuvo su ciclo”.

Es cierto que en términos de audiencia ha sido un poco “fallida”, pero resiste con cerca del medio millón de espectadores y cuotas en torno al 5% de share en las últimas semanas. A mí me gusta; no voy a negarlo, me tiene enganchado. Sin embargo, reconozco, como él mismo debió hacerlo que “fallida” no es la telenovela. Tampoco, si me apuráis, la audiencia que cosecha. “Fallidas” son todas las decisiones que desde TVE han rodeado a Derecho a soñar desde que el anterior director de ficción del ente pública, Toni Sevilla, diese luz verde al proyecto y hasta que al final el proyecto vio la luz.

Os pongo en situación. 21 de diciembre de 2016. El Consejo de Administración de RTVE da el visto bueno al proyecto que les presentan desde el Grupo Veralia: una telenovela que en principio llevaría por título Diario de un sueño. Dicen los medios especializados que en aquella época la directiva de TVE se movía mucho por amistades entre directivos y productoas y que este pudo ser uno de los contratos que se llevaron a cabo solo para complacer, en este caso, a los de Europroducciones, del Grupo Veralia, un grupo del que había sido director de series Toni Sevilla, el entonces director de ficción de TVE.

El proceso de adjudicación resultó igualmente llamativo por otro hecho: dos meses antes el mismo Consejo de Administración aprobaba lo que luego sería Servir y proteger, otra telenovela para las tardes de La 1. ¿Qué sentido tenía aprobar dos telenovelas para unas tardes que en aquel entonces solo necesitaban de una que hiciese dupla con Acacias 38 y mejorase un poco los datos de Seis hermanas? Ninguno.

Se especuló con que Derecho a soñar sería un comodín por si Servir y proteger no funcionaba, una especulación sin fundamento alguno: Servir y proteger  se estrenó el 19 de abril de 2017 y el rodaje de Derecho a soñar arrancó dos meses más tarde, el 19 de junio de ese mismo año, cuando todo el mundo sabía que Servir y proteger había funcionado y que no tenía sentido producir ese comodín al menos a corto plazo. Se siguió para adelante y el 1 de diciembre terminaba el rodaje de los 130 capítulos que componen Derecho a soñar. Lo que vino después, ya lo sabéis todos: estreno el 21 de enero de 2019, después de un año en el que TVE no supo qué hacer con ella.

Por si en todo este proceso no hubiese pocas cosas “fallidas”, el horario en el que decidieron estrenarla acabó por darle la estocada. No, las 18:20 de la tarde no son horas para ponerse a ver una telenovela. Lo vieron con Centro médico, que no era exactamente una telenovela pero se le parecía, y les ha tocado repetirlo con esta. No sé qué esperaban, pero estaba clarísimo que no iba a pasar del 7% de cuota y con suerte, como finalmente ha sido, con esos datos en torno al 5%.

¿Había otras opciones para colocarla? Con Servir y proteger por encima del 10% y Acacias 38 en torno al 8%, no creo que hubieran cancelado alguna de estas dos para dar paso a una telenovela cerrada, con sus 130 capítulos ya listos para ser emitidos. Se apresuraron demasiado con su adjudicación, ese año de espera después del rodaje tampoco le favoreció y el horario le dio la estocada final. ¿Podría tener una segunda oportunidad en el canal Internacional, muy seguido en Hispanoamérica? Podría, pero no la han estrenado.

Una pena, porque más allá de que esta telenovela la hemos pagado entre todos, con nuestros impuestos, es entretenida, está bien realizada y aunque tiene cosas que deberían haberse trabajado más, como el trasfondo jurídico, creo que es una apuesta de la que TVE debería estar orgullosa. Es difícil abordar temas como la conciliación laboral-familiar, los micromachismos que aún quedan en la sociedad o la adición que pueden causar las redes sociales, por poner tres ejemplos, por medio de una telenovela que tiene un fuerte componente clásico, con el amor como eje de muchas de las tramas personales de los abogados y trabajadores del bufete.

De “fallida” tiene más bien poco. Lo que les queda ahora es tomar nota y no repetir los mismos errores, aunque me temo que no será así: parece ser que ya trabajan en una telenovela ambientada en un mercado para sustituirla cuando acabe, dentro de tres meses y pico.