Durante los últimos meses no me ha
quedado portal en Oviedo en el que no me haya detenido a echar un vistazo a su
telefonillo, ese aparato lleno de botones, que cuenta con un micrófono (y
algunos también con cámara), en busca de uno que se parezca a este de Y mañana será otro día (Televisa, 2018),
un telefonillo que llamó mi atención por un detalle que espero que también os
sorprenda a vosotros:
No hace falta que os explique qué pasa
en la escena, pero aun así os lo digo: Laura (Fernanda Borches) sigue a su
cuñado Camilo, lo ve entrar en un edificio y se planta en el portal. Gracias a
lo que lee en el telefonillo descubre quién vive ahí. Sí. Eso es lo que me ha
llamado la atención… ¡Los timbres tienen los nombres de los propietarios
escritos! Por ello es posible leer que en ese bloque viven un Alfredo, un
Fernando, un Ángel, un Julio César, un Sergio, una Rossina, un Miguel, un Ángel
y Mónica, en el primero. ¿Es esto una diferencia cultural? Pues no lo sé,
porque no recuerdo tampoco haberlo visto en ninguna telenovela.
En el caso del edificio de Mónica,
hubo un detalle que me llevó a pensar que esto de los nombres en el telefonillo
podría ser algo propio de edificios de cierto estatus, con bedel, como es el
caso de este. Me he fijado en todos los edificios que tienen conserje y que hay
en Oviedo y en ninguno el telefonillo tiene los nombres de los propietarios,
más allá de casos de despachos de abogados, médicos o asesores que sí colocan
su nombre en el telefonillo, al lado del botón. En los demás, solo aparece el
número del piso y la letra o letras. Nada más.
¿Refleja esa escena de Y mañana será otro día algo habitual en
México, no digo ya en todos los edificios, pero sí en los que tienen cierto
nivel, como este en el que vive Mónica? Espero a ver qué me comentáis. Otro
detalle relacionado con los edificios residenciales: en muchas telenovelas mexicanas
(pienso, por ejemplo, en Enamorándome de
Ramón) los edificios en los que viven los protagonistas cuentan con
porteros, conserjes, ordenanzas o bedeles. ¿Qué me podéis contar de esto? Ya os
digo yo que aquí es algo que se ve solo en grandes ciudades y para edificios
que generalmente tienen, mínimo, treinta o cuarenta viviendas, no para uno como
el de Mónica, que tiene diez u once, según figura en el telefonillo.
Esta nueva sección me está gustando
mucho. Aprendo (y aprendemos) los unos de los otros y abrimos un poco la mente
a lo que se hace en otros países y que a
priori nos resulta llamativo.
Comentarios
@Tessa... ¡¿Hasta cuatro?! Madre mía. Qué va, aquí en Oviedo no tienen nombres en ningún portal. Solo, como os decía en la entrada, pueden figurar los de profesionales que ejerzan en un piso del bloque, pero de los vecinos, en ninguno. Por eso me llamó tanto la atención esta escena de "Y mañana será otro día".
@Anónimo... Es curioso. Aquí, como le decía a Tessa y como comentaba en la entrada, solo el piso y la letra, nada de nombres.
@Debora... ¡Qué interesante! ¿Los apellidos solamente, sin ninguna inicial del nombre? Supongo que da más privacidad que teniendo el nombre escrito.
Un saludo!