No deja de asombrarme lo que algunos pueden hacer para conseguir un clic, una
reproducción de vídeo o un retuit en estos tiempos digitales que corren, donde
el éxito en internet no entiende ni de moral ni de ética ni de nada que se le
parezca.
Os pongo en situación: el otro día, estaba viendo cosas en Youtube relacionadas con el género y una de las entradas del blog. En el lateral de la web, entre los vídeos sugeridos, aparece uno que se titula Todo sobre la secreta vida amorosa de Silvia Navarro. Una imagen suya con un ¿gay o no? ¡Entérate! pretende llamar la atención del usuario. El título es repulsivo y ese claim lo es más todavía. Temiéndome lo peor, reproduzco el vídeo. Una voz en off es la narradora de un vídeo un tanto cutre, compuesto por una tanda de fotografías de Silvia. Me da vergüenza reproducir lo que el vídeo dice, pero básicamente es que Silvia tiene muchas amigas con las que se hace fotos y sale por ahí y por eso, siempre según la voz en off, es lesbiana.
Hace
unos años en España se acuñó el término telebasura para hacer referencia,
entre otros, a esos programas de televisión que se meten en la vida íntima de
cualquier personaje con el fin de sacar todos sus trapos sucios y que si no se
los encontraban, no tenían ningún pudor en inventarle lo que fuera. El caso es que la
audiencia respondía, con millones de espectadores y este tipo de programas no
acababa nunca, tanto que aún tenemos por ahí unos cuantos.
Este vídeo de Silvia podría ser considerado un videobasura. Lo es, porque, para empezar, nadie tiene derecho a meterse en la vida personal de nadie y menos a construir hipótesis tan chabacanas sobre la sexualidad de alguien. No sé a vosotros, pero a mí me trae sin cuidado que un actor o actriz sea homosexual y pienso que, de serlo, la vida privada es eso, privada: nadie tiene derecho a especular o inventar nada sobre ella.
Este vídeo de Silvia podría ser considerado un videobasura. Lo es, porque, para empezar, nadie tiene derecho a meterse en la vida personal de nadie y menos a construir hipótesis tan chabacanas sobre la sexualidad de alguien. No sé a vosotros, pero a mí me trae sin cuidado que un actor o actriz sea homosexual y pienso que, de serlo, la vida privada es eso, privada: nadie tiene derecho a especular o inventar nada sobre ella.
Este
vídeo forma parte de un canal sobre el género en el que el 90% del contenido
son videosbasura. La imagen que acompaña a este artículo es una pequeña muestra
de lo que en este canal se puede encontrar. Si lo de Silvia os pareció
asqueroso, es todavía peor lo que, a mi juicio, han hecho con Adela Noriega: un
fotomontaje de su cara superpuesta en la imagen de una mujer que se encuentra
en una sala de quimioterapias anima a ver un vídeo en el que se juega con algo tan
serio como el cáncer. Lo mismo hacen con Sergio Basáñez y un tema tan espinoso
como el sida o con Alexis Ayala y la afección cardiaca que padece. Es no tener
vergüenza, no hay más.
La
telebasura funcionó y funciona en España y los videobasura funcionan en
Youtube. Ojo a las cifras del canal: 112 millones de reproducciones en 89
vídeos, o lo que es lo mismo, 1,25 millones de reproducciones, de media, en
cada vídeo. ¡Ah! Y 437.000 suscriptores. Sí, en el fondo es tristísimo.
Se
habla de la prensa amarillista, pero para mí son peores este tipo de contenidos. ¿Cómo se combatió y combate la telebasura
en España? Muy fácil: a golpe de demanda. Demandas que acarrean condenas económicas
que no están mal, porque rascan el bolsillo de quienes se dedican a insultar o verter
falsas acusaciones. Aquí os dejo, como muestra, la que para mí es una
de las mejores sentencias en la materia.
Quizás
con los videobasura toque hacer lo mismo y enseñar, a golpe de demanda, que la
vida íntima es eso, íntima, y que si la
persona en cuestión no la quiere hacer pública, hay que respetarlo y
abstenerse, por supuesto, de inventar patrañas o hacerse eco de rumores que a
saber de dónde habrán salido. Todo, por unas cuantas miles de visitas.
Comentarios
A mi me cuesta a veces saberlo de un galán pero por cuestiones de que borda su papel de buen amante, nada más, pongo el ejemplo de F.C.me costó saberlo pero su vida privada es suya, claro.
Saludos
Supongo verás la ironía que gastamos por aquí!!
Saludos
@Tessa... No sé, no sé. Yo desconfío de todo. La manipulación a la que estamos sometidos por parte de los medios y de quienes los controlan, al final te lleva a eso, a no fiarte de nada que te cuenten o te quieran contar.
@Sirena40... Muy interesantes tus aportaciones. La verdad es que el caso que nos cuentas en el primer comentario es terrible. No controlo mucho acerca de cómo está la prensa en Estados Unidos, pero por tus palabras, veo que está aún peor que en Reino Unido, donde hay periódicos que son lo siguiente a amarillistas. Ahí está el problema, tú lo has dicho: se venden o consumen, tienen su público, y facturan millones.
Yendo al último de tus comentarios, te doy la razón en que hay abogados capaces de todo. No conozco el mundo periodístico desde dentro, pero el de la abogacía sí y hay profesionales que no tienen el menor escrúpulo en fabricar pruebas para defender a un culpable y aunque aquí en España hay mecanismos para desmontarlas y castigar tanto al abogado como a su cliente o a aquellos que participen en su preparación, muchas acaban pasando como verdaderas. Desde documentales hasta testificales, pasando, por supuesto, por las periciales.
Un saludo!