LA RULETA... DE LA ESTRATEGIA

-Esta entrada forma parte de los cuatro especiales

Hablemos de tele que tengo preparados para el mes de agosto-

Puede que sea el concurso con más adaptaciones en la historia de la televisión ya que desde que vio la luz en Estados Unidos en 1973 casi cuarenta países han tenido sus propias ruedas, rodas, ruotas, wheels o ruletas, que son algunos de los nombres que por todo el mundo ha recibido un elemento clave en el desarrollo del programa, este:

Hoy os hablo del que para mí es el mejor concurso de la televisión actual en España: La ruleta de la suerte. Con un antecedente claro, La ruleta de la fortuna, emitida en Antena 3 entre 1990 y 1992 y en Telecinco, entre 1992 y 1997, la primera de las cadenas decidió recuperar el formato en abril de 2006, con Jorge Fernández como presentador, para tratar de mejorar la pobre audiencia de sus mañanas. Fue pan comido y La ruleta se convirtió en líder de la franja de 12:30 a 14:00 desde sus primeros programas y hasta octubre del año pasado, cuando Antena 3 decidió aumentar la duración de Espejo público, el programa de actualidad que la precede, provocando que el concurso se pasase a emitir a eso de las 13:45 h. Esa máxima de que en televisión, si algo funciona no se debe tocar no se aplicó a La ruleta, que desde entonces ha marcado récords de espectadores –el nuevo horario tiene un mayor consumo- y este verano lleva ya unos cuantos minutos de oro. Es también el programa que mejor le funciona a Antena 3 al otro lado del charco, a través de la señal de Antena 3 Internacional.

El cambio de horario me permitió reengancharme a un concurso que hasta entonces solo podía ver en vacaciones, festivos regionales o locales y algún día así suelto que pudiera estar por casa, pese a lo mucho que siempre me ha gustado. Ahora no me pierdo ni un programa.

Aunque mucha gente vea este programa como un concurso de antaño, facilón y hasta un poco chabacano, la realidad es muy distinta. Es el único concurso que se basa más en la estrategia que en el conocimiento. No se trata tanto de ver cada panel, sino de saber jugar con los gajos que se tiene o en los que se va cayendo. Siempre digo que quien va al programa juega como si estuviera en una partida de cartas y que tiene que preocuparse no solo de resolver paneles, sino también de sacar provecho a sus cartas, es decir, los gajos que le vayan tocando. La estrategia se adquiere viendo programas y creedme que se nota mucho qué concursantes han ido sin haber visto los suficientes.

La ruleta de la suerte es un concurso de mañana, en el que quien va a concursar sabe que no se llevará cifras astronómicas como las que manejan otros concursos. Sin embargo, sí podrá llevarse algo que ningún otro concurso ofrece: premios materiales. En cada programa se ponen en juego un premio –con un valor de hasta 400 euros-, un gran premio –de entre 400 y 1000 euros- y el coche. A diferencia del coche, el premio y el gran premio cambian de un programa a otro. Parece una tontería, pero es otro sello distintivo de este gran concurso que como espectador, se agradece.

Podría seguir enumerando cosas que colocan a La ruleta de la suerte en el Olimpo de los concursos, pero voy a terminar con dos detalles más: es el único concurso con banda de música propia, con Joaquín Padilla –sí, el de Iguana Tango- como vocalista.

Los músicos y el buen hacer de Jorge Fernández y Laura Moure, presentador y copresentadora, hacen el resto.

Aunque me gusta mucho este concurso, no puedo evitar se crítico con algunas cuestiones. No me parece ni lógico ni oportuno que el público aconseje a los concursantes sobre qué hacer o dejar de hacer. El público que se dedique a cantar lo que quiera, pero no a hacer recomendaciones a los concursantes. Por supuesto, tampoco el presentador. Hay veces en las que Jorge acaba ayudando al concursante e influyendo en que este haga o deje de hacer algo. Me gustaría también que Laura tuviese más protagonismo del que tiene, que un día se intercambiasen los roles o que, ahora que Fernández suena como presentador de La voz, ella tomase el control del concurso. Tiene carisma y las pocas veces en las que Jorge la ha dejado hacer algo, ha demostrado que puede de sobra con el concurso.

Por lo demás… ¡Larga vida a La ruleta!