HABLEMOS DE CINE ESPAÑOL, aunque solo por hoy

Es Jueves Santo, un día festivo en media España y en medio mundo. Y mañana será Viernes Santo, que es todavía más festivo que hoy. Y el domingo, Pascua. 
Estamos en plena Semana Santa, con unos días que son horribles para bloguear ya que se suele viajar mucho y quienes se quedan en casa prefieren tirarse en el sofá a leer o a ver películas antes que navegar por internet. Por ello, tal y como hago en otros puentes como el de principios de diciembre, he decidido ahorrarme un par de entradas sobre el género: la que correspondería a hoy y el ‘enigma’ de mañana que pasa al día 13 de abril. 

Quienes vemos telenovelas solemos ser cinéfilos. Es una relación curiosa, de esas que quizás debería estudiar algún sociólogo, para la que no tengo una explicación. Hace unos días me escribía un lector desde Colombia para pedirme que le sugiriese alguna película española de la que hablar en un trabajo universitario sobre cine en Europa. 
Aquel correo me inspiró esta entrada, en la que os voy a hablar de cinco grandes películas, al menos para mí, del cine español. Películas con las que cualquier persona interesada en el cine español puede pasar un buen rato, perfectas para ver a lo largo de estos días festivos y sin necesidad de conocer determinados aspectos de España, como los regionalismos o algunos episodios de su historia. Aunque no veo todo lo que sale, sí que soy muy de cine español (que no es tan malo como muchos creen), con lo que pienso que cierto criterio tendré. Insisto. Para no hacer muy larga esta entrada, voy a recomendaros cinco, solo cinco películas. 
Si os gusta, ya os recomendaré más en otro puente. Admito también cualquier otro título que queráis aportar los que sois de España y sugerencias de vuestro cine nacional por parte de aquellos que leáis esta entrada desde otros países. ¡Voy allá!

I. “Celda 211” (2009) [113 minutos]

Dirigida por Daniel Monzón, esta película se basa en la novela homónima de Francisco Pérez Gandul. La historia comienza con Juan Oliver (Alberto Ammann) recorriendo los pasillos de la cárcel en la que comenzará a trabajar como funcionario de prisiones en compañía de dos de los que serán sus compañeros. En pleno recorrido se desprende parte del techo de uno de los corredores, que cae sobre Juan, dejándolo inconsciente. En ese mismo instante se desata un motín. Sus compañeros, desconcertados, lo meten en la celda 211, vacía en ese momento, y huyen. Cuando Juan vuelve en sí se encuentra con 'Malamadre' (Luis Tosar), uno de los presos más peligrosos de la cárcel e instigador del motín, con el que pretende mejorar las condiciones de los reclusos. A Juan no le queda de otra que inventar una historia y fingir que es un recluso que acaba de llegar a la cárcel tras matar a un tipo y ser condenado a diecinueve años de prisión.

Hay quienes la han catalogado de thriller. Otros hablan de drama carcelario. Pienso que tiene un poco de ambas, con un ritmo tremendo y unos acontecimientos que sobrecogen, especialmente si no se ha leído sobre la película nada más que lo que acabo de contaros. Arrasó en taquilla y en los Goya de 2010 (incluida la categoría de Mejor Película) y no es de extrañar, ya que es un peliculón. 

II. “Mar adentro” (2004) [125 minutos]

Alejandro Amenábar dirige esta cinta, basada en la vida de Ramón Sampedro (interpretado por Javier Bardem) un hombre que estuvo postrado en una cama, tras sufrir siendo joven un accidente que lo dejó tetrapléjico. Desde entonces su único deseo es terminar con su vida, haciendo uso del suicidio asistido, de la eutanasia que alguien le proporcione, una práctica ilegal en España. En su lucha para que se despenalice el suicidio asistido se encuentra con Julia (Belén Rueda), una abogada que padece CADASIL y Rosa (Lola Dueñas), una mujer de pueblo que intenta convencerlo de que vivir merece la pena.

Es una película muy emotiva, que se disfruta mucho. Es un drama biográfico y a la vez un homenaje a Ramón Sampedro, un gran luchador que sacó a la luz la necesidad de despenalizar la eutanasia, abriendo un camino, el del bien morir, que hasta entonces era inexplorable. Como la anterior, arrasó en taquilla, en los Goya de 2005 (fue proclamada Mejor Película) y en los Oscar (Mejor Película de habla no inglesa). Tampoco es de extrañar.

III. “Vivir es fácil con los ojos cerrados” (2013) [105 minutos]

1966. Antonio (Javier Cámara) es un profesor de inglés que enseña a sus alumnos a partir de las letras que él mismo transcribe de las canciones que oye de The Beatles en la radio. Al conocer que John Lenon estará en Almería rodando una película decide viajar hasta allí para hacerle una curiosa petición. Puesto en ruta, recoge a Belén (Natalia de Molina), una joven que se ha escapado de un internado en el que su familia la había recluido por quedarse embarazada y a Juan (Francesc Colomer), un chico que decide salir de su casa para ganarse la vida lejos de su autoritario padre.

David Trueba dirige esta ‘road movie’, basada en hechos reales, con tres protagonistas con los que se empatiza muchísimo. Es una película muy bonita, rodada casi en su totalidad en exteriores, que tiene un mensaje muy interesante, que sería un poco del tipo de “lucha por lo que quieras aunque el mundo te tilde de raro”. Como las dos anteriores, también ostenta el Goya a la Mejor Película, entre otros premios.

IV. “El olivo” (2016) [100 minutos]

Quería recomendaros una de Icíar Bollaín. He visto las últimas cuatro que ha hecho y sin duda, me quedo con esta.

Alma (Anna Castillo) es una joven de veinte años que adora a su abuelo, un hombre que lleva años sin hablar, en concreto, desde que sus hijos decidieron vender un olivo milenario de su propiedad, un majestuoso olivo que adoraba. Cuando el anciano deja de comer y su final parece estar más cerca, Alma se plantea recuperar el olivo. Lo localiza en Alemania, en la sede de una multinacional. Hasta allí se desplaza con su tío ‘Alca’ (Javier Gutiérrez) y su amigo Rafa (Pep Ambrós).

Esta película la vi por primera vez hace dos meses, en un sábado que estaba con una infección de garganta y la emitió TVE. Volviendo a "El olivo", entre sus atractivos está un elenco reducido, en el que sorprende que el personaje del abuelo lo interprete Manuel Cucala, un campesino del pueblo en el que se grabó y que nunca había hecho ni teatro ni nada relacionado con el cine y que sobresale tanto como Anna, Javier o Pep. Es una película para reflexionar sobre distintos temas y valores en los que apenas reparamos en nuestro día a día.

V. “La torre de Suso” (2007) [110 minutos]

Es la mejor película que se ha rodado en Asturias, sin caer en tópicos o estereotipos, todo un homenaje a la amistad.

‘Cundo’ (Javier Cámara) vuelve a Asturias tras diez años en Argentina para el funeral de su mejor amigo, ‘Suso’. Un regreso agridulce que le sirve para reencontrarse con toda su pandilla, con los que prepara una borrachera con la que rendir homenaje al fallecido. Pese a que tras ello sus vidas vuelven a la normalidad, Suso había pensado para ellos un último sueño que no pudo hacer realidad y que entre todos tratarán de conseguir.

Es la primera película de Tom Fernández, un director que poco a poco ha ido abriéndose camino. Un elenco potente, con Cámara, Gonzalo de Castro, Emilio Gutiérrez Caba o Malena Alterio, que permite reflejar con optimismo y humor cómo han de ser los buenos amigos, incluso cuando la muerte rompe esa relación de amistad.

Si os decidís a ver alguna o habéis visto alguna de ellas, ya me contaréis qué os ha o han parecido. Espero, si os gustan este tipo de entradas, sacar alguna más con ocasión de otros días festivos.