CAZABOCAZAS: Las telenovelas no promueven ni la anorexia ni otros trastornos alimenticios

Hemos caído en una espiral en la que las telenovelas tienen la culpa de todos los problemas del mundo. No tardarán en asegurar que una telenovela fue la causa del atentado contra Kennedy en 1963 o que los secuestradores de los aviones que provocaron el 11S hicieron lo que hicieron influidos por alguna telenovela.

Me pongo serio para abordar un tema difícil, que muchos asocian, de una u otra forma, a las telenovelas: los trastornos alimenticios que muchas personas padecen.

-Las telenovelas no promueven la anorexia ni la bulimia-

Yo no he visto ninguna telenovela que promueva la anorexia o la bulimia, y mirad que llevo vistas unas cuantas decenas.

Sí que he visto algunas que reflejan ambos trastornos alimenticios y que, además, transmiten el mensaje de que se pueden curar, con el debido tratamiento. También han demostrado que anorexia y bulimia son cosas serias y que sus tratamientos van más allá de la alimentación y comprometen también aspectos emocionales o psicológicos de los personajes, como ocurre a muchas personas que sufren de estos trastornos.

-Para ser ficción, lo hicieron muy real-

Este segundo tuit se debe a “Amores verdaderos”, producida por Televisa entre 2012 y 2013.

El personaje de Eiza González sufría bulimia. A través de Nikki se consiguió mostrar las distintas fases del tratamiento de este trastorno, desde su reconocimiento por parte de los familiares y del propio paciente a las consultas con nutricionistas y psicólogos. Se habló sin tapujos de vómitos, de cómo este trastorno puede afectar al esmalte de los diente, entre otros muchos efectos que sobre el cuerpo tiene la bulimia.

Sin ser un experto en esto, me parece que el equipo de Nicandro Díaz hizo un muy buen trabajo con este tema en la telenovela. Pienso que lo trataron sin tapujos y de una forma muy realista.

-El mensaje que importa-

Normalmente solo saco a relucir tuits que atacan al género. Dado que estoy abordando un tema tan serio, he decidido reproducir este tuit, que me parece que condensa un mensaje importante sobre estos dos primeros trastornos alimenticios.

-Las telenovelas provocan obesidad-

Son muchas las opiniones de tuiteros que van en esa línea, como esta:

O esta otra:

Imagino que asociarán ver telenovelas con verlas sentados, en el sofá o en lo que sea. Imagino también que, por cuestiones de comodidad y de seguir el hilo, nadie verá telenovelas al tiempo que hace ejercicio. No veo a nadie corriendo o saltando a la comba en su casa mientras ve una telenovela.

Varias cosas. Un servidor pasa una hora al día, a veces hora y media, otras veces, menos, viendo telenovelas. Y estoy como un pincel.

Bromas aparte, no os olvidéis nunca de que hay que comer variado y hacer, todos los días, algo ejercicio, que no deporte. Basta con caminar media hora, según los médicos, para que nuestro cuerpo y nuestra mente lo agradezcan.
Me gustaría también, aunque entiendo que por lo rápido que se rueda una telenovela, no dé tiempo a hacerlo de forma realista, que se abordase la obesidad como lo que es, que se mostrasen personajes con este problema tratando de adelgazar y de controlarse con la comida.

-¡Somos unos pecadores!-

Termino con un tuit brutal, escrito por un líder religioso o o algo así. Agarraos… ¡Viendo telenovelas cometemos gula! ¡Vamos a ir todos al infierno, por pecadores! Y allí nos vamos a encontrar con fumadores, bebedores, drogodependientes, jugadores empedernidos de videojuegos y usuarios en general de internet. Con lo poco que me gusta el olor a tabaco, espero que los fumadores no sigan fumando por allí, o no lo resistiré, ya que dicen que el infierno es un espacio pequeño.

No voy a entrar a valorar la gula como pecado capital. Solo diré una cosa: la gula de la que la Iglesia lleva hablando desde hace siglos se identifica con comer y beber en exceso. Lo que viene a ser la glotonería de toda la vida, comer por comer, tras haber saciado el apetito. ¿Quién no lo ha hecho nunca? Nadie. Todos hemos comido alguna vez hasta reventar, ya sea en un buffet libre, en una comida que pagaban otros, en una celebración familiar…

¡Cómo sería el mundo si esto de los pecados capitales se tomase en serio!