La
telenovela que protagoniza en esta ocasión este apartado fue una telenovela de
un éxito insospechado e impredecible (al menos en España, tanto en primer pase
como en repetición). Fue una telenovela que enlazaba desgracia con desgracia a
un ritmo veloz, en la que la protagonista sufría todo tipo de tragedias y donde
muy pocas cosas tenían sentido. Era una telenovela sin lógica alguna, con un
único encanto: los escenarios naturales donde se rodó. Hablo de “Mar de amor” (Televisa, 2009-2010).
No
la vi más que a trozos (escenas sueltas) pero sí que leí, por la revista “Telenovela”, todos y cada uno de los
resúmenes de la historia. Recuerdo que cuando compraba la revista era lo
primero que leía, para ver qué tragedia le tocaba aquella semana a Estrella
Marina. No exagero cuando digo que pasó por casi todas las tragedias y
desgracias imaginables: su madre estaba loca perdida; su padre la había
abandonado cuando era pequeña; el malo malísimo (que encima es su tío) la odia;
sufre un accidente de avioneta; la pica una serpiente; se cae por unas
escaleras y queda paralítica… ¿Es o no es para tenerle pena? Eso sí, como
ocurre en todas las telenovelas de la señora Lartilleux, la chica empieza
siendo una pobre analfabeta pero acaba convertida en una rica empresaria.
Al
galán, interpretado sin la más mínima gana por Cimarro, le pasan también no sé
cuantas tragedias. Encima le toca aguantar a una mujer pesadísima (en todos los
sentidos), llamada Coral e interpretada, por decir algo, por Ninel Conde.
Para
acabar de describir brevemente la historia, comentar que hay un malo malísimo
llamado León Parra que se encarga de tocar las narices al resto de personajes y
de armar no sé cuántos planes.
Quien
la haya visto, aunque fuese a trozos, coincidirá conmigo en que “Mar de amor” fue una telenovela
cargadísima de esos estereotipos y tramas usados a mansalva en las telenovelas
del siglo pasado y que hoy no quedan todo lo bien que debieran.
¡Ah!
Se me olvida comentar una última cosa que puede que explique todo lo que les
vengo contando… Esta joya del horror es obra del grandísimo Alberto Gómez, del
que ya les he hablado en otras ocasiones.
Lo
único destacable, junto a las locaciones, quizás fue descubrir a Zuria Vega,
que hizo lo mejor que pudo con su personaje. Ella misma declaró en una
entrevista, tiempo después, que “Mar de
amor” era una telenovela que no había por dónde cogerla. Junto a ella,
destacar tanto a Florencia de Saracho (estaba guapísima y tenía un personaje
más o menos normal) como a María Sorté (siempre estupenda, aun estando en
telenovelas con tan poca calidad como esta) y al Mojarras que nos ofreció
Ignacio López Tarso.
Comentarios
definitivamente esta mujer es un desastre como productora de telenovelas
Soy fan d Florencia de Saracho(aqui no la vi tan guapa)y d María(¿Mariana?) Sorté dsd q la vi en "mujer d madera". Son estupendas actrices.Ahora las sigo como madre e hija en "amor bravio".Mencion especial para Marcelo Córdoba haciendo d malo desquiciado(era la 2ª vez q lo veia despues de "Sortilegio"), dando por saco mas alla d la tumba y al Mojarras Ignacio López Tarso q luego en"la q no podia amar" hace un papel muuuy parecido.Ambos geniales.Me encantaron...
Por Dios que alguien le compre ropa al niño Tilico. El probre usa la misma ropa en toda la novela. Y porque todos terminan en el mismo hospital y el mismo cuarto. Que basura de novela...