Recientemente
acababa en España una telenovela que arrasó en México a nivel de audiencia y
que en España le fue bastante bien, pese a haberse estrenado en plena
primavera, poco antes de que empezase el Mundial de Brasil. Hablo, cómo no, de
Lo que la vida me robó.
No
seguí la telenovela, porque en su día vi Amor
real y básicamente no tenía ni ganas ni tiempo para repetir la historia,
pero sí que leí todos y cada uno de los resúmenes que pillé en la revista Telenovela, como si de una novela
escrita y publicada por fascículos se tratase (como si fuese uno de aquellos folletines del siglo XIX).
Lo que la vida me robó fue transgresora en el sentido de que
acabó en una iglesia, sí, pero en un contexto totalmente opuesto al de una
boda: un funeral. Se rodaron dos finales, uno oficial y otro alternativo (que
solo se colgó en internet).
-FINAL
OFICIAL: José
Luis (Luis Roberto Guzmán) ha muerto y Monserrat (Angelique Boyer) llora junto
a su féretro. Alejandro Almonte (Sebastián Rulli), al que todos creían muerto,
entra en la iglesia y Monserrat sale con él del brazo. Se sobreimpresa la
palabra fin, esta vez, acompañada de exclamaciones (una cosa, por otra parte,
curiosa).
-FINAL
ALTERNATIVO:
Monserrat llora en la iglesia. Esta vez hay dos féretros: uno corresponde a
José Luis y el otro corresponde a Alejandro. La vida le acaba robando
finalmente a los dos hombres que más había amado en su vida.
En
lo personal, me gustó más el final alternativo que el oficial. Es muy innovador
tanto para Televisa como para Angelli Nesma, la productora, que nos tiene
acostumbrados a ‘remakes’ de telenovelas clásicas. La historia tuvo muchas
muertes y Monserrat no fue precisamente la típica protagonista que no rompe un
plato. Además, el final viene a honrar el título de la telenovela y, ¡qué
caramba! ¿Por qué todas las telenovelas tienen que acabar bien, con la pareja
de turno feliz? Ya es hora de innovar, que esto no deja de ser ficción y la
imaginación del ser humano no tiene límites. Yo creo que desde Teresa no se presentaba un final
alternativo donde la protagonista se quedase sola.
No
obstante, que me haya gustado más el final alternativo, no quiere decir que el
final oficial no me haya gustado, que sí, me gustó y mucho, en especial la
manera en la que mantuvieron al espectador la duda de cuál de los dos habría
muerto, duda que no se despeja hasta los últimos segundos de la telenovela.
Acabo
resaltando un punto común a ambos, que es el hecho que comentaba al principio y
que a mí personalmente me encantó: la telenovela se acaba en una iglesia, pero
no con una boda, sino con un funeral.
Comentarios
En México se criticó mucho el final pero a mi me pareció original, diferente y por una vez arriesgando. Me gustan ambos, aunque más el primero por aquello de: y fueron felices...
Por cierto que Nova no emitió las escenas de la playa que aparecen con los créditos finales por lo que leí comentarios criticando que no hubiera un final algo más feliz, dejando pasar un tiempo en la historia o algo así. ¿Porqué en España se tiene esa mala costumbre de no emitir completo lo que compran? Eran unos segundos que no quitan tanto tiempo a las enésimas repeticiones de capítulos de series requetevistas en España.