Tras acabar hace unos días con “Quiero amarte”, de la que publicaré su
crítica en cuanto me sea posible, tocaba seguir viendo otra telenovela.
En un principio pensé ver “El color de la pasión”, pero el hecho
de que no finalice en México hasta septiembre (es sabido que me gusta ver
telenovelas que ya han acabado de emitirse en su país de origen, o están por
hacerlo) me echó para atrás.
Veré “El color de la pasión”, sí, pero más tarde de cuando lo había
previsto. Descartada esa opción, he decidido recalar en Telemundo para ver “La Impostora”, telenovela que acaba de
terminar hace unos días, con buena audiencia, en EEUU.
Las principales razones que me han
llevado a decidirme por “La Impostora”
son:
-Historia
de Sebastián Arrau.
Arrau es uno de los mejores escritores que tiene Telemundo en estos momentos.
En su ‘curriculum’ destacan telenovelas ‘diferentes’ como “Machos” o “El rostro de la
venganza”. Quizás “La Impostora” responda
a un formato más clásico de telenovela pero ello no le quita el tener tras de
sí a un gran escritor como Sebastián Arrau.
-Producción
de Argos y Telemundo.
La alianza Argos-Telemundo es sinónimo de calidad tanto de las historias como
de la producción de las mismas, especialmente en lo que a localizaciones se
refiere.
-Las
villanas. Volver a
ver a Christian Bach como mala malísima es una de las cosas que más me llama de
la telenovela, después de haberla visto en un rol similar en “La patrona”. La otra villana, Begoña
Narváez, también me gustó en “Rosa
diamante”, aunque aquí parece que nos ofrecerá una villana completamente
distinta a Bárbara.
-Elenco
secundario. Me llaman
la atención nombres como Manuel Landeta, un actor en mayúsculas, capaz de hacer
cualquier papel que se precie, o Mauricio Henao, un actor joven pero con mucho
talento, que interpreta a uno de los hijos de la Bach.
-No
muy larga. La
historia solo cuenta con 120 capítulos, lo cual es otro punto a su favor.
Quizás, como único temor, tengo a los
protagonistas, Lisette Morelos y Sebastián Zurita. A ambos los he visto en
anteriores producciones, y si bien sé que Lisette cumple de sobra, también sé
que a Zurita aún le faltaban tablas cuando fue elegido protagonista juvenil de “En nombre del amor”. Hay que recordar
también que Lisette es ocho años mayor que Zurita y que un poco sí que se nota.
Habrá que ver qué química tienen estos dos a lo largo de la historia.
Como siempre, prometo crítica para
cuando la acabe.
Comentarios
Un saludo!
La pareja protagonista me está gustando; se nota que Sebastián va mejorando con los años. Lisette está estupenda (y guapísima).
Christian Bach, como siempre, una villanaza soberbia. Y Manuel Landeta me está gustando mucho, aunque me da pena su personaje... ¡Cómo lo torea Raquel!
Destacaría también, por el momento, a Jonathan Islas y a Macarena Oz, la hija de Eduardo, que es un encanto.