No es raro que en pleno rodaje de una
telenovela sea necesario cambiar al protagonista, es decir, reemplazar a un
actor o actriz por otro, manteniendo el mismo personaje.
Ello puede deberse a múltiples
motivos, y lo habitual es que no se dé ninguna explicación al espectador.
Hoy les hablo de uno de los “Cambios de protagonista” más extraños
de la historia del género.
Tenemos que situarnos en Televisa, año
2000. La empresa produce, a través de Roberto Gómez Fernández, una telenovela
¿de corte juvenil? Puede, aunque siempre tuve mis dudas, llamada “Locura de amor”, una historia que vi
muy a saltos cuando la emitió un canal local de mi ciudad varios años después y
en la que descubrí a Laisha Wilkins.
Su protagonista masculino fue, desde
el principio y hasta el final, Juan Soler. Le acompañaba en esta historia Adriana
Nieto, (apartada desde entonces del género, como ya
conté). Extrañamente, y por causas que nunca quedaron del todo claras,
Adriana abandonó la historia (o la hicieron abandonar) a solo ¡15 capítulos del
final!
Sí, a escasos días de acabar de rodar
y de emitir la historia se cambió a la protagonista y en su lugar entró Irán
Castillo, interpretando al mismo personaje y se siguió como si nada hubiera
pasado.
Les contaba que no la vi nada más que
en mis ratos libres, cuando la emitía aquel canal local, por lo que no puedo
valorar con exactitud el impacto que tuvo el cambio en la trama. A mí, que creo
que solo vi a Irán en uno o dos capítulos, me chocó, como me chocan todos los
cambios de protagonistas que se dieron y dan en el género cuando una telenovela
está empezada.
Sin embargo, lo que más me extrañó del
cambio fue que se diera a tres semanas del final (en lo que a capítulos se
refiere). Se argumentó entonces que la relación entre Juan Soler y Adriana
Nieto no era para nada buena, y que ello hizo que la actriz lo dejase todo. Se
comentó también que fue despedida precisamente por desplantes hacia su equipo.
Sea como fuere, que solo lo sabrán ellos, lo que está claro es que la
producción de la telenovela pudo haber hecho mucho más por salvar la historia y
‘retener’ o, al menos, rodar el final de la telenovela con la auténtica
protagonista, como se hizo años después con Mario Cimarro en “Mar de amor” (también despedido a días
de acabar el rodaje) con el fin de evitar al espectador esa sensación extraña
de ver a un protagonista, en este caso, una protagonista distinta en pantalla.
Comentarios
Recuerdo tambien el caso de Natalia Streignar en La Tempestad, aunque ella grabo el final y se tuvo que ir por motivos de salud, fue distinto.
En el caso que comentas, si solo fue por 15 capitulos, debeiron haber luchado mucho para seguir con la misma protagonista, porque 15 capitulso tampoco se tarda tanto en grabar las escenas que huberia de ella.
Sobre lo de Adriana Nieto sí que fue extraño. Es lo que tú dices, para 15 capítulos que fueron los que le quedaron por rodar la productora debió haberse asegurado que rodaba el final o renegociar con ella de algún modo su contrato. Pero pasó y pasó. La otra cosa curiosa es que nunca se supo por qué se fue...
Cosas del género.
Un saludo,
final y lo unico q se decia en los programas de chimentos de televisa era que ella abandono todo porque se hiva a casar ovio creo que televisa mintio sobre todo, esta claro que la despidieron. En fin la novela perdio su gracia desde que adriana nieto se fue.