Desde
hace unas semanas Nova (ese canal de TDT dedicado a la emisión de telenovelas
en abierto en España) repite, tras su emisión en TVE y Divinity, la telenovela “Victoria”, remake de “Señora Isabel”.
Fue
una telenovela que me gustó mucho, con una historia cotidiana, muy realista,
donde cada personaje buscaba transmitir un mensaje al telespectador. Algunos la
tacharon en su día de lenta o aburrida, pero para nada, a mí me resultó todo lo
contrario, al ser, como digo una telenovela muy realista, que refleja problemas
del día a día a través de distintas mujeres y sus parejas, sin recurrir a los
tópicos que abundan en este género (embarazos inventados, hijos secretos,
madrastras malísimas…) y presentando como protagonista a una mujer de 50 años.
La
telenovela empieza y acaba con una reflexión ‘elaborada’ por Jerónimo Acosta,
interpretado por Mauricio Ochmann, en la que este personaje, locutor de radio y
gran admirador de las mujeres, reflexiona sobre qué es una mujer y cómo influye
la edad en ese concepto.
La cita es preciosa, pues va como anillo al dedo a la
telenovela, y os la reproduzco a continuación:
“A veces me he
preguntado qué es lo que define a una mujer, aparte de las curvas de su cuerpo
y la suavidad de su piel, si es su manera de ver la vida o de sentirse en el
mundo.
Su naturaleza es un
misterio tan grande que incluso ha ocasionado guerras. Pero, ¿qué define
realmente a una mujer? ¿Y cuánto importa la edad en esa definición?
¿A qué edad comienza
realmente una mujer a vivir, a entenderse a sí misma?
Si les preguntara a
ellas probablemente varias dirían que la vida de una mujer empieza a los
treinta, cuando el mundo está para ser conquistado.
Otras sostendrían con
vehemencia que a los cuarenta, cuando ya se tiene experiencia y madurez. La vida
fluye relajada y no se toma tan en serio, pero muy pocas, quisiera saber por
qué, creen que después de los cincuenta también existe la posibilidad de
comenzar y la verdad es que siempre hay tiempo para empezar y puede ser el
tiempo más maravilloso del mundo.”
Como
curiosidad, busqué en Youtube los primeros y últimos capítulos de “Mirada de mujer” y “Señora Isabel” y en ninguna de ellas se comienza o se acaba con
una reflexión tan interesante, a mi juicio, como esta que os acabo de
reproducir.
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Muchos besos y abrazos desde Brasil!