CRÍTICA: "Enemigo íntimo" (Telemundo y Argos, 2018)

Una historia original firmada por Hubert Barrero, con el sello de Telemundo y Argos. Estas eran dos razones más que suficientes para ver Enemigo íntimo. A ellas sumé otra, una vez conocido el elenco: Fernanda Castillo y Raúl Méndez protagonizan esta historia, dejando atrás sus personajes de El Señor de los Cielos.

Los buenos comentarios que fui escuchando de muchos de vosotros conforme la ibais viendo me crearon unas expectativas muy altas que desde ya os adelanto que se han visto cumplidas. Aquí va mi crítica de la por ahora primera y única temporada de esta historia.

[¡CUIDADO! Si estás viendo esta telenovela o tienes pensado hacerlo, quizás no deberías leer esta crítica. Puede contener spoilers que hacen aconsejable su lectura después de haberla visto].

SINOPSIS

1993. En un rancho del norte de México viven los Ferrer con sus dos hijos pequeños, Alejandro y Adelaida, de ocho y cuatro años, respectivamente. Mientras los niños juegan en los alrededores de la casa, unos hombres entran en ella y asesinan al matrimonio. La casualidad quiere que Adelaida se adelante a su hermano y vuelva a casa en el momento en el que los asesinos abandonan el lugar y uno de ellos la rapta. Alejandro descubre la impactante escena y comienza a buscar a su hermana sin encontrarla.

Logotipo de la telenovela

Veinticinco años después, Alejandro (Raúl Méndez) es el capitán de la Policía Federal en la Ciudad de Juárez, muy cerca de donde ocurrieron los hechos. En todo este tiempo ha desarticulado numerosas bandas de narcotraficantes, pero aún no ha podido dar con los responsables de la muerte de sus padres. Tampoco con su hermana, después de años de infructuosa búsqueda.

Una llamada de la Interpol cambia, sin que él lo sepa, su historia: pretenden detener a una mujer, Roxana Rodiles (Fernanda Castillo), a la que acusan de lavar el dinero del cártel de los Mil Cumbres. Rodiles, que lleva años operando en Europa, vuelve a México e inmediatamente es detenida por Alejandro y sus hombres. Pese a que poco se le puede probar, Alejandro consigue que se le decrete prisión provisional e ingrese en el reclusorio mixto Las Dunas. Impotente por no conseguir avanzar en su investigación, Alejandro decide infiltrar en Las Dunas a Daniel Laborde (Matías Novoa), un agente sin mucha experiencia, que tiene como principal objetivo sacarle información a Roxana. Las cosas se complican cuando Daniel se enamora de Roxana y decide cambiar de bando.

TRÁILER

FICHA TÉCNICA

México. Telemundo y Argos, 2018.

53 capítulos.

PRODUCTORES EJECUTIVOS: Mariu Fernández, Mariana Iskandariani, Mónica Francesca Vizzi y Ricardo Coeto.

GUION: Hubert Barrero, Iris Dubs, Víctor Huizar, Gustavo Moheno, Enrique Rentería y Ángel Pulido.

DIRECCIÓN: Danny Gavidia y Felipe Aguilar.

Emitida en Estados Unidos entre el 21 de febrero y el 7 de mayo de 2018.

PERSONAJES Y ACTUACIONES

Después de cinco años dando vida a Mónica Robles, puede decirse que la sombra de este personaje era alargada, demasiado. Sin embargo, Fernanda Castillo ha sabido romper con Mónica y sacar adelante desde el primer minuto a Roxana, un personaje muy diferente a la Robles y con muchos más matices. Roxana inquieta, sorprende y genera empatía a partes iguales. Fernanda se luce con este personaje, entregándose totalmente en cada escena. Con Roxana ha reivindicado algo que muchos venimos diciendo desde hace años, antes incluso de su llegada a Telemundo: es una de las grandes actrices de México. No os podéis imaginar lo que me alegra ver que, por fin, tras años de secundarios, hoy es una de las protagonistas más cotizadas del género.

Fernanda y Raúl son Roxana y Alejandro

A su lado están dos hombres: Raúl Méndez y Matías Novoa. Raúl sorprende como Alejandro, un capitán de la Policía que peca de impulsivo y que no duda en saltarse las normas para alcanzar sus objetivos. Pese a ello, es incorruptible y a lo largo de la historia se deja claro al espectador que si hay un héroe en Enemigo íntimo, ese es Alejandro. No me imagino a otro actor que no sea Raúl haciendo este papel. Me ha encantado, en buena medida porque se le nota muchísimo que a él le encanta ser Alejandro. Las cosas como son: se ha entregado al máximo para sacar adelante este personaje, que marcará, si no lo ha hecho ya, un antes y un después en su carrera.

Roxana conversa con 'El Tilapia' (Matías Novoa)

Matías Novoa es, en este trío principal, el gran descubrimiento. Le ha tocado un personaje complejísimo: comienza siendo Daniel pero acaba siendo Eduardo, ‘El Tilapia’. La cárcel de Las Dunas lo transforma hasta el grado de dejar de ser quien era para asumir la identidad ficticia con la que se infiltró en el reclusorio y pasar del bando de los buenos al de los malos, en gran medida por el amor que Roxana le despierta. Matías ha ido llevando a este personaje con mucho esfuerzo que el espectador aprecia. Comienza un poco forzado, pero conforme ‘El Tilapia’ va desarrollándose adquiere una naturalidad que hace que se luzca en los últimos capítulos. La complicidad que tiene con Fernanda es bestial.

Enemigo íntimo ordena sus personajes en tres universos. Uno de ellos es el policial, al que pertenece el comandante David, interpretado por Leonardo Daniel. Me encanta este gran actor, pero estaba tan acostumbrado a verlo en papeles de villano que me pasé toda la telenovela desconfiando injustificadamente de David. Me ha gustado David y en especial, la relación casi paterno-filial que mantiene con Alejandro. Leonardo y Raúl tienen unas cuantas escenas preciosas, en las que más que un jefe y un subordinado se ve eso, la relación entre un padre y un hijo.

 

Leonardo Daniel y Valentina Acosta dan vida a David y Olivia

Compañera de Alejandro es también Olivia, una aguerrida policía del servicio informático interpretada por Valentina Acosta. No la conocía y me ha gustado, más al final que al principio, también por los cambios que experimenta su relación con Alejandro. Mayra Sierra completa el equipo titular como Silvia, la mano derecha de Olivia en los servicios informáticos de la Policía. Se me ha hecho raro volver a ver a Mayra como policía después de La Doña, pero no me ha disgustado, las cosas como son.

El segundo universo en el que se mueven los personajes de esta historia es el mundo de la droga. Otto Sirgo, el gran Otto Sirgo, interpreta a Nemesio, una de las cabezas del cártel Mil Cumbres, un tipo sin escrúpulos que solo ha visto tentado su corazón por uno de los personajes de esta historia. Otto Sirgo está de matrícula de honor. Todo lo que os pueda decir de su trabajo es poco. Solo un actor de su talla es, como él, capaz de imponer y arrancar un aplauso del espectador con solo aparecer en escena.

Luis y Nemesio discutiendo en una escena

Alejandro Speitzer interpreta a su hijo, Luis, conocido como ‘El Berebere’. Le costó pillar el tono al personaje, pero lo consiguió. Al principio esta sobreactuado y lleno de gestos y expresiones que recuerdan mucho al estilo de Aurelio Casillas. Conforme pasan los capítulos el espectador deja de ver a Aurelio para ver a Luis, ya que todo lo anterior se reduce y su trabajo en los últimos capítulos es realmente bueno.

El tercer y último universo es algo más que un universo. Podría decirse que es un personaje que crea otros personajes: el reclusorio Las Dunas. Es entre sus muros donde se desarrolla buena parte de la acción de esta historia y donde el espectador conoce a un nutrido grupo de personajes, entre reos y personal administrativo. Dentro de los primeros está Anselmo, ‘Guillotina’, el mandamás del sector masculino. Guillermo Quintanilla se mete en la piel de este hombre vinculado a otro personaje del que ya os he hablado. ‘Guillotina’ está loco y resulta muy inquietante en distintos momentos. Pese a que el riesgo de sobreactuar con un personaje como este existe, Guillermo es un actor que tiene tablas más que suficientes como para no hacerlo.

Son muchos los presos que aparecen a lo largo de la historia. Entre ellos tengo que destacar a ‘El Chamaco’, interpretado por Iván Aragón, un adolescente que se convierte en el pupilo de Daniel y con el que establece una relación casi de hermanos, y Tomás Rojas, que es ‘Orejas’, el sacerdote o exsacerdote miembro de una red de trata de niños que es a su vez la mano derecha de ‘Guillotina’ en prisión. Grandísimo trabajo el de ambos.

 

Guillermo Quintanilla y Elvira Monsell son 'Guillotina' y Zoraida

Las reclusas se encuentran organizadas en torno a Zoraida, el alter ego femenino de ‘Guillotina’, una mujer a la que podría aplicarse lo que ya os he dicho de él. Buen trabajo el de Elvira Monsell, la encargada de dar vida a esta oscura mujer. Cerca de ella, aunque con un carácter totalmente distinto, está Clarisa, a la que da vida Mayra Rojas, un personaje que evoluciona mucho, al igual que los de María del Carmen Félix, Samadhi Zendejas y Mar Zamora, ‘La Mamba’, ‘La Puma’ y Ochún, respectivamente. Tres actrices que han brillado con tres personajes con sus luces y sus sombras, que tienen un plus añadido que a mí me encantó: estas reclusas (y las actrices que las interpretan) son mexicana, salvadoreña y cubana, respectivamente, y hablan con sus acentos, lo que enriquece muchísimo la historia.

En la parte administrativa de la cárcel se encuentran otros personajes. Uno de ellos es Leopoldo Borges, el director. Un tipo serio, pero al que los reclusos han sabido tomar la medida para obtener todo cuanto quieren. Rafael Sánchez-Navarro se encarga de este hombre, un personaje con un gran potencial poco explotado por el guion. Siempre es un placer encontrarse con Rafael, aunque el personaje pudo dar mucho más de sí. Lo mismo puedo decir de Alpha Acosta, Minerva, la mujer de Leopoldo y la número dos de la prisión. 

Itahisa Machado da vida a Marimar

Mención aparte merece Itahisa Machado, que se convierte en Marimar, la psicóloga de la prisión. Un personaje precioso, redondo, que además tiene una relación muy bonita con Alejandro. No conocía a Itahisa, pero me ha encantado; es una actriz muy pero que muy natural.

Por debajo de estos personajes se encuentra el último de los que os quiero hablar: ‘El Bowser’, el jefe de los funcionarios de la prisión, todo un loco que está en el bando contrario al que debería estar. Grandísimo trabajo el de Mauricio Rousselon, que es quien lleva las riendas de este personaje.

Enemigo íntimo cuenta con una serie de personajes episódicos para los que se han escogido caras conocidas como Diego Soldano, que aparece en tres o cuatro capítulos como Federico o Jean Paul Leroux, que en ocho o diez interpreta a Ángel Cordero. Tener a actores de la talla de Diego o Jean Paul para personajes de este tipo es, sin duda, un punto extra a favor de una telenovela con un elenco no muy grande y perfectamente elegido.   

[PERSONAJES Y ACTUACIONES: 1,8/2]

TRAMAS

Enemigo íntimo es una telenovela de esas que a mí me gustan mucho, ajustada a un guion pensado y repensado hasta el más mínimo detalle y sin que se le haya cambiado una coma. Es un guion pensado también para jugar con el espectador, para hacer que cavile y se sorprenda, como me pasó a mí, en muchas ocasiones.

Los primeros capítulos son un poco caóticos porque, a diferencia de lo que ocurre normalmente, en esta historia la acción comienza a desarrollarse desde el minuto uno. No hay tiempo para presentar a los personajes: el espectador se tiene que encargar de creer lo que quiera creer sobre cada uno de ellos, a veces acertando y otras no. Con esto como punto de partida, los primeros capítulos producen la sensación de estar ante un puzle con muchas piezas sueltas. Quedaos con esa imagen. Todas ellas irán encajando, poco a poco, conforme avanzan los episodios, hasta llegar a un final impresionante en el que el espectador y los propios personajes contemplan el puzle completo.

El desarrollo narrativo es impecable, con muy buen ritmo, y, como os decía hace unas líneas, no queda ningún cabo suelto, más allá de un par de cuestiones concebidas como una especie de hilos con los que arrancar la segunda temporada, que habrá, aunque de momento no haya ninguna fecha sobre la mesa.

Hay quienes han insistido en que Enemigo íntimo es una narconovela. Pienso que será porque no la han visto. Es una historia que mezcla géneros, predominando lo policiaco. De narconovela tiene el hecho de que algunos personajes formen parte de un cártel, pero más allá de eso, nada. La historia se articula en torno a Alejandro y su equipo, que buscan a toda costa desarticular el cártel de Mil Cumbres y dar con ‘El Profesor’, el enigmático personaje que controla las operaciones del cártel desde la sombra y amparándose en esa identidad oculta. 

Alejandro y Olivia trabajan codo con codo en los operativos

De esta trama surgen operativos, la infiltración de Daniel y alguna que otra relación amorosa, como la que une al capitán Alejandro con Olivia o la que lo vincula con Marimar, la psicóloga de la cárcel.

El amor está presente también en la prisión, a través de Daniel y Roxana, con una relación diferente no solo por el contexto en el que se da, sino también por la forma en la que se desarrolla: es un amor que nace de la estrategia y de la atracción que sienten en un principio Daniel y Roxana. Es la relación más intensa y también la mejor llevada y, lógicamente, el espectador la disfruta mucho.

Roxana conversa con Daniel en la cárcel

Os comentaba hace unas líneas que en Enemigo íntimo había misterio. Espero que entendáis que no pueda ir muy allá, para no caer en spoilers. Solamente os diré que la identidad de ‘El Profesor’ es una de las muchas tramas en las que el misterio está presente. Es también el ingrediente de la búsqueda que emprende Alejandro para dar con su hermana y saber quiénes mataron a sus padres o qué es lo que une a ‘Guillotina’ con Alejandro y el cártel de Nemesio. El misterio guía también los giros que pega la historia y que a veces descolocan al espectador para avanzar en la historia y encajar las piezas de este puzle.

Alejandro busca saber quién destrozó a su familia

Enemigo íntimo es también una de esas telenovelas que construyen su identidad a partir de un escenario determinado que toma importancia a nivel argumental en distintos momentos. En su caso, ese escenario es real: Ciudad Juárez. Se toman también realidades de ese escenario, como sus tristemente famosos feminicidios, muchas de ellas provocadas por cárteles como el Mil Cumbres, y que cuenta también con prisiones en las que pasan cosas similares a las que se ven en Las Dunas. Sí, es un toque de realismo que viene muy bien a una historia con un ambiente tan propio como esta. Ese realismo se ve también en pequeños detalles como la colaboración entre la policía mexicana y el FBI para atajar problemas que afectan a México y Estados Unidos, que se traduce en muchas escenas en las que Alejandro habla con Trevor, su homólogo en el FBI, en inglés. Parece una tontería, pero lo habitual en el género suele ser meter a un actor inglés y obligarlo a hablar en español o, en su defecto, poner a un actor español a hablar con un acento que imite al inglés. Poco a poco se va rompiendo ese miedo a rodar en inglés, aunque los subtítulos en español dejen bastantes cosas que desear.

Minerva pudo dar mucho más juego a nivel argumental

Normalmente concluyo este apartado apuntando algún fallo de guion. Poco tengo que comentar, más allá de que hay un personaje, Minerva, que desaparece, o casi, tras sufrir un accidente del que sale con vida. Lo decía antes al hablar de Alpha Acosta: podrían haberla aprovechado un poco más a nivel de guion. También Federico pudo haber dado algo más de juego, teniendo en cuenta que es el operador financiero del cártel Mil Cumbres. Por la forma en la que comienza Enemigo íntimo, los personajes se presentan a través de sus acciones en los primeros capítulos. Quizás por eso se insiste mucho en que Alejandro es algo cercano a un superhéroe con subtramas que poco aportan, como la del secuestro de una niña que él conoce y que se plantea únicamente con el objetivo de afianzar en el espectador esa idea de que Alejandro es un tipo valiente, un poco alocado y tremendamente preocupado por salvar a niñas que le recuerdan a su hermana. Más allá de esto, nada. Sí hay unos cuantos gazapos que iréis viendo en el juego, algunos muy interesantes. Irán saliendo poco a poco y en cuanto estén todos, prometo enlazarlos en esta crítica.

[TRAMAS: 4,2/5]

MÁS COSAS

Argos siempre implica calidad, producciones impecables. Con Enemigo íntimo han ido todavía más allá, con un despliegue de medios impresionante en lo que a realización se refiere. Es una historia que visualmente se disfruta muchísimo, gracias a los drones, helicópteros y multicámaras que permiten, entre otras cosas, apreciar hasta los más pequeños detalles. La realización no tiene nada que envidiar a la que se usa hoy en día en las producciones de Hollywood, efectos especiales incluidos. Se nota que ha habido presupuesto.

 

Uno de los planos rodados con drones y una explosión controlada hecha por Alejandro

El presupuesto también se ve en otras cosas, como las localizaciones y los decorados. Aunque hay exteriores, muy bien elegidos, como la hacienda de Nemesio, cuyos interiores también se aprovechan, Enemigo íntimo está grabada en buena medida en decorados como los que recrean las estancias de la cárcel o los de la comisaría. Sin dejar de hablar de las localizaciones, es todo un acierto que hayan viajado a Suiza para grabar una serie de escenas del primer capítulo.

Poco hay que comentar sobre el vestuario, teniendo en cuenta que una gran parte de los personajes son reclusos y policías y se emplean en ambos casos uniformes. Sí que voy a añadir algo sobre el vestuario de los del cártel: ¿por qué todos los narcos mexicanos visten igual? Nemesio lleva ropa que perfectamente podría haber sido de ‘El Feyo’, de El Señor de los Cielos. Se está creando algo así como un uniforme de narco, ¿o es impresión mía?

La musicalización es de sobresaliente. Todo lo que se escucha son instrumentales, pese a que alguna historia como la de Daniel y Roxana se prestaba a un tema con letra, ya fuese en español o en inglés. Me gusta mucho el instrumental de la entrada, que es muy bonita, todo hay que decirlo:

Nunca entro a valorar lo apropiado o no del título de una telenovela, pero para todo hay una primera vez. Como título, Enemigo íntimo llama la atención, pero no dice gran cosa. Tras ver la telenovela se entiende el por qué del título, que se puede tomar en muchos sentidos ya que los personajes principales son enemigos íntimos entre sí. Puede que no lo haya explicado muy bien, pero quienes la hayáis visto lo sabréis.

Al tratarse de una telenovela de Telemundo me veo obligado a terminar lamentando, una vez más, que las palabras malsonantes hayan sido silenciadas. Lo he dicho mil veces: si el horario o cualquier otra razón no lo permite, que no se escriban; pero si nada lo impide, ¿por qué silenciarlas? Para quienes tengáis la posibilidad de verla por Netflix, sabed que esto no ocurre y allí podréis escuchar esos cabrones, hijos de la chingada, putas y demás palabras malsonantes que en la emisión por Telemundo no se han podido escuchar.

 [MÁS COSAS: 2,8/3]

Elenco al completo en la presentación a los medios

Un placer haber visto esta historia. Se nota que los guionistas se encargaron de darle mil vueltas y dejarlo todo más que pensado antes de grabar, lo que pocas veces ocurre. Solo así se consigue inquietar, sorprender y enganchar al espectador.

Un elenco magnífico y una realización cinematográfica hacen de ella una telenovela totalmente recomendable. Habrá que ver cómo sigue, en esa anunciada y previsible segunda temporada.

PUNTUACIÓN FINAL: 8,8

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