CRÍTICA: "A que no me dejas" (Televisa, 2015-2016)

Tenía que ver “A que no me dejas” por dos razones… La primera, porque iba a ser producida por Carlos Moreno Laguillo, del que he visto todo lo que ha hecho desde “En nombre del amor”. La segunda, porque se basaba en una historia de finales de los 80 cuyos guiones corrieron por cuenta del gran Eric Vonn, y que es imposible ver en internet: “Amor en silencio”.
Comencé a verla a finales de noviembre y la terminé a mediados de marzo. Voy con la correspondiente crítica de esta historia protagonizada por Camila Sodi, Osvaldo Benavides e Ignacio Casano.

[¡OJO!] Si estás viendo esta telenovela, o tienes pensado verla, quizás deberías esperar a terminarla antes de leer esta crítica, que puede contener 'spoilers'.  

SINOPSIS y PERSONAJES
“A que no me dejas” narra la historia de amor de Paulina (Camila Sodi) y Adrián (Osvaldo Benavides), una historia que se ve truncada por viejas rencillas y malos entendidos que sus respectivas familias han ido arrastrando desde el pasado.
*Logotipo de la primera etapa de la telenovela.
Paulina es hija de Gonzalo Murat (Arturo Peniche), un empresario hotelero que no acepta el noviazgo de su hija con Adrián, al no considerarlo digno de ella por no tener su misma posición social. Gonzalo es, además, el culpable de la muerte del padre de Adrián a ojos de Julieta (Alejandra Barros), la hermana de este, que vive obsesionada con él, sintiendo un odio tremendo hacia Paulina y los Murat.
Los múltiples desencuentros y malos entendidos ocasionados por sus rivales y enemigos harán que Adrián y Paulina se separen, sin que Adrián sepa que Paulina se encuentra embarazada. Dará a luz a una niña, Valentina, meses después, tras haberse casado con Camilo (Alfonso Dosal) un exnovio eterno enamorado suyo. Paulina, además, se hará cargo de Mauricio, un niño sordomudo que queda al amparo de los Murat y a quien adora.
El amor imposible de Adrián y Paulina se verá realizado años después, a través de la historia de amor de Mauricio (Ignacio Casano) y Valentina (Camila Sodi).

DATOS y TRAILER
141 capítulos. México (Televisa), 2015. Productor: Carlos Moreno Laguillo.

ACTUACIONES
Uno de los atractivos de “A que no me dejas” radica en su elenco, en el que se ha sabido apostar por caras nuevas, reforzadas con pesos pesados del género.
*Osvaldo Benavides y Camila Sodi, Adrián y Paulina.
Camila Sodi encabeza esta telenovela con dos personajes: Paulina, en la primera parte y Valentina, en la segunda. Es la primera vez que veo a Camila en una telenovela y espero que no sea la última, porque me ha gustado mucho. Pese a que al principio se la ve algo perdida, con el paso de los capítulos va soltándose y llevando a sus personajes con mucha naturalidad. Hay gente a la que ha gustado más como Paulina que como Valentina y viceversa. Yo no sabría con cuál de los dos personajes quedarme, porque Camila ha hecho un gran trabajo con los dos, tanto con la dulce Paulina como con la rebelde y moderna Valentina. Además, ha tenido mucha química con los tres galanes que le han tocado en esta historia y de los que hablaré a continuación…
El primero de esos galanes, con el que, de hecho, Paulina comienza la historia, es Adrián, interpretado por Osvaldo Benavides, en su primer papel protagónico. Ya conocía a Osvaldo y aunque hacía mucho que no lo veía en una telenovela, siempre defendí que tenía madera para galán. Y lo ha demostrado con creces. Nos ha regalado a un personaje tan tierno como la propia Paulina y, encima, ha tenido una química estupenda con Camila.
*Alfonso Dosal es Camilo.
El segundo de los galanes, también con el que Paulina pasa gran parte de su historia, es Camilo, interpretado por Alfonso Dosal. Con Alfonso me pasó lo mismo que con Osvaldo: lo conocía y también le había visto madera de galán. Aunque aquí haya sido un galán ‘de paso’ (quienes hayáis visto la telenovela, sabréis por qué lo digo), Alfonso ha hecho un personajazo. Ha brillado como Camilo, un joven simpático, alegre y enamorado hasta la médula de Paulina. Leía hace un tiempo en una página de internet a gente que estaba ‘confundida’, porque no sabían con quién dejar a Paulina, si con Adrián o con Camilo. Yo también lo estuve… Y reconozco haber sido ‘Camiliber’ o ‘Camilista’, como lo queráis llamar. La ternura que derrochaban Alfonso y Camila en sus escenas era, simplemente, bestial. 
*Camila Sodi e Ignacio Casano, Valentina y Mauricio.
El tercero de los galanes es, en cierta forma, el verdadero protagonista de la telenovela. Hablo de Mauricio, interpretado de niño por Diego y Adrián Escalona y, de joven, por Igancio Casano. Conocía a Ignacio de “Mentir para vivir”, donde tuvo un papel secundario, y reconozco que me sorprendió como Mauricio. El trabajo que ha tenido que hacer Ignacio, aprendiendo lenguaje de signos, buceando y doblando las escenas con su propia voz cuando su personaje habla con la lengua de signos, le hace merecedor de todos los premios que puedan darle. Ha bordado su personaje y estoy convencido de que después de este primer protagónico le vendrán más. Tiempo al tiempo. También ha demostrado tener una gran complicidad en pantalla con Camila, a la que él conoce como Valentina, en la segunda parte de la telenovela.
*Leticia Calderón y Arturo Peniche, Inés y Gonzalo.
Decía al principio que las caras jóvenes se veían arropadas por un nutrido elenco de pesos pesados del género. Entre ellos destacan tres: Arturo Peniche, Cecilia Gabriela y Leticia Calderón, Gonzalo, Raquel e Inés en la historia. De Arturo he hablado en muchas ocasiones y sabéis que me parece un gran actor, de esa generación de Zurita, Évora o Lisazo, que aquí, gracias Gonzalo, ha vuelto a brillar después de un par de telenovelas como secundario. Gonzalo es el personaje que más evoluciona en la historia y quizás el más humano, en el sentido de que se equivoca y comete muchos errores cuando es joven, de los que luego se arrepiente. Tiene una escena al final de la primera parte de la historia que pone los pelos de punta y salta las lágrimas de cualquier persona, hasta de la más insensible.
Lo mismo me pasó con Raquel, el personaje de Cecilia Gabriela, que yo creo que es el personaje que más sufre en la telenovela. Me hizo llorar muchas veces, en particular en la segunda etapa de la historia. Cecilia ha deslumbrado como Raquel, un personaje tan humano como Gonzalo, con el que el espectador empatiza de una forma tremenda. Ha tenido, además, una gran química con Alfredo Adame (Alfonso) y Alfonso Dosal (Camilo), su marido e hijo, respectivamente, en la historia, además de con Arturo Peniche y Leticia Calderón, sus ‘compadres’.
Precisamente, hablando de Leticia, esta es otro de esos pesos pesados. En esta telenovela interpreta a Inés, la mujer de Gonzalo, la antítesis de Isadora, su personaje en “Amor bravío”. Inés es una mujer dulce, buena, y hasta tonta, en algunos momentos de la historia. Es un personaje que Leticia lleva con esa maestría que solo ella tiene y que, como ocurre con Gonzalo o con Raquel, llega a calar hondo en el espectador, con una trama propia amorosa muy agradable, de la que os hablaré luego, con Juan Colucho (Gastón) otro actor que no conocía y que me ha sorprendido muy gratamente.
*Alejandra Barros es Julieta.
No todos los personajes son buenos y adorables… Aquí también hay malos malísimos. En concreto, tres, interpretados por Alejandra Barros, Laura Carmine y Salvador Zerboni. Alejandra Barros ha hecho un trabajo extraordinario como Julieta, la hermana posesiva de Adrián. Quien dice posesiva, dice trastornada. La energía que ha puesto en Julieta se nota en pantalla, porque Julieta está trastornada, pero no para. Julieta es mala, pero, pese a ello, hay veces que te da pena, porque tiene tras de sí un trauma de esos que dejan huella y que explica su forma de ser.
Laura Carmine también ha hecho un buen trabajo como Nuria, la hermana de Paulina. A ver, al principio está algo sobreactuada, pero conforme pasan los capítulos va cogiendo el ritmo al personaje, haciendo una villana de esas odiosas y odiables. Le ayuda a coger el ritmo la llegada a su vida de Salvador Zerboni, Leonel, un malo de esos que da gusto ver, irónico, satírico y al que solo le mueve el dinero y su ambición. Tengo que reconocer que Salvador ha hecho un trabajo realmente bueno, y que me ha gustado más como Leonel que como Horacio, su personaje en “Quiero amarte”
Tras este paréntesis para hablar de los malos, vuelvo con los buenos. Y lo hago con Moisés Arizmendi, que interpreta a Jaime, el marido de Julieta, un personaje que da mucha pena, porque, pese a que Julieta es como es, él está enamorado de ella y trata de hacerla cambiar, hasta que no puede más. Un hombre que sufre como pocos por culpa de Julieta y al que la suerte le cambia de la mano de Gisela, interpretada por Adanely Núñez, otro descubrimiento para mí. Tanto Moisés como Adanely han hecho personajes muy realistas, con química entre ellos, y llevados de una forma muy natural.
*Lisset es Mónica.
Más personajes sufridores son Mónica, interpretada por Lisset, y su madre, Elisa, interpretada por Maribé Lancioni, en su primer papel de peso en Televisa. Ambas me han gustado. Lisset ha vuelto a demostrar lo que ya sabía: que es una gran actriz, capaz de destacar con cualquier personaje, como lo ha hecho con Mónica, la madre sufrida y amante en la sombra. Maribé, por su parte, ha demostrado que puede hacer más que secretarias y asistentes, que era lo que venía haciendo hasta “A que no me dejas”.
Quien sí repite con un personaje muy parecido a Natalia (“Amor bravío”) o Adriana (“Cuando me enamoro”) es Florencia de Saracho, aquí Karen. Es una actriz con mucho potencial pero a la que no le dan una oportunidad como Dios manda. Me recuerda un poco a lo que le pasaba a Fernanda Castillo en Televisa antes de irse a Telemundo. En la primera parte de la historia aparece también Ernesto D’Alessio, al que hacía unos años que no veíamos en el género. En la presentación de la telenovela vendió a Darío (su personaje) como un personaje clave para la historia y no… Es un personaje de relleno o soporte, como se quiera ver, que podría haber hecho cualquier otro actor, o, incluso, no haberse incluido en la historia. No aporta nada o aporta muy poco.
*Luis F. Peña (Beto) y Gabriela Zamora (Chelo).
El elenco lo completa una primera actriz, Socorro Bonilla, que se ha metido en la piel de Micaela; Luis Fernando Peña, como su hijo Beto y Gabriela Zamora, como Chelo. Todos ellos forman el servicio doméstico de los Murat y tienen cierto peso en la historia, sin vis cómica alguna, que suele ser lo habitual en los sirvientes de las telenovelas. Conocía a los dos primeros… Socorro no me ha defraudado, es una gran señora de la actuación. Me ha sorprendido para bien Luis Fernando Peña, al que recordaba de “Mentir para vivir”, con un papel totalmente opuesto a Beto. Gabriela Zamora, a la que yo no conocía, ha sido otro descubrimiento.
Todo lo anterior, referido a la primera parte de la historia. En la segunda se suman otros dos pesos pesados: César Évora y Erika Buenfil. Évora es como Peniche, un actor de esos a los que da gusto ver, sea el papel que sea. Le ha tocado ser bueno, y ha hecho un buen personaje, pese a que argumentalmente no estuvo todo lo explotado que podría haber estado. Lo mismo podría predicar de Erika Buenfil. Hizo un buen trabajo, pero siento que su personaje podría haber dado más juego a nivel argumentativo.
*Jaime de Lara, Natalia Ortega y Adriano Zendejas.
En esa segunda parte abundan las caras jóvenes, con actores como Juan Pablo Gil, que ha hecho un buen trabajo como Alan, o Ela Velden, como Fernanda (otro descubrimiento). Brandon Peniche, al que yo no había visto en ninguna otra telenovela, no me ha gustado, ni disgustado. A ratos lo he visto algo sobreactuado y bastante alejado de lo que, a nivel actoral ofrece su padre. Bien para Adriano Zendejas (Tobías), Jaime de Lara (Fabrizio), Natalia Ortega (Adriana), Jade Fraser (Carolina) y Daniela Cordero (Almudena). Como anécdota, comentar que si hace unos meses criticaba un poco a Lenny de la Rosa tras “Yo no creo en los hombres”, debo decir que ha mejorado algo y lo he visto menos acartonado. Aunque aún queda trabajo por hacer, va por el buen camino… Lo mismo podría decir de Jorge Gallegos (Félix), con el que también trabajó en “Yo no creo en los hombres”.
Martha Julia, como la insoportable, pesada y cansina de Ileana, ha vuelto a dejar claro que es, como Lisset, una actriz que puede con cualquier personaje. Ojalá le den algo con más peso pronto, porque es una actriz que me gusta mucho, pero a la que no pasan de secundarios últimamente. La telenovela implica también la vuelta al género de Maya Mishalska. Lo siento, no me ha gustado. La he visto en un personaje de esos que ha hecho ya varias veces antes (mujer chiflada y/o desengañada y/o vengativa) y en cuyo perfil nunca me ha encajado.
Acabo cerrando el apartado con un aplauso para Estrella Marín, una actriz española que ha interpretado a Triana, tanto en la primera parte como en la segunda. Otra sorpresa. No la conocía y me encantó. Ojalá sea el inicio de su carrera en México.

TRAMAS
*Las dos parejas protagonistas de la telenovela.
La telenovela, como muchos sabréis, consta de dos partes (que no temporadas, como las llamaron en México). La primera de ellas comienza en 1997 (aunque no se diga explícitamente, lo sé a raíz de una partida de nacimiento que solicitan Adrián y Paulina de cara a su primer intento de boda) y nos presenta a unos jovencísimos Adrián y Paulina enamorados y decididos a comerse el mundo.
Esto es una telenovela y su relación tiene que comenzar a superar obstáculos a partir del minuto uno: Julieta, la hermana de Adrián, comienza a odiar a Paulina y a intentar alejarla de Adrián, pues cree que Gonzalo, el padre de Paulina, cometió un fraude que propició el suicidio de su padre.
Paralelamente, a la vida de Adrián y Paulina llega Mauricio, un niño pequeño, sordomudo, hijo de un primo de Gonzalo, que se ha quedado solo tras ver morir a su padre.
Tras una etapa de felicidad y lucha contra diversos obstáculos, Adrián y Paulina se separan y entonces comienzan sus propias vidas, separadas, además, por un océano. Del amor entre Paulina y Adrián nace Valentina, la protagonista, junto a Mauricio, de la segunda parte de la telenovela.
*Juan Colucho y Leticia Calderón, Gastón e Inés.
En lo que a ritmo narrativo se refiere, “A que no me dejas” va sobre ruedas y a buena velocidad, en particular la primera parte. La primera parte es un frenesí de sensaciones y sentimientos, con varios saltos temporales y una serie de tramas que solo buscan que los personajes, sean como sean, calen en el espectador.
La segunda parte es algo más relajada, aunque por momentos recupera ese ritmo frenético de la primera parte.
Las historias de amor abundan en las dos partes de la telenovela. Historias de amor bien contadas, que, como os comentaba antes, atrapan al espectador. De la primera parte yo me quedo con las historias de Paulina y Adrián y de Paulina y Camilo, además de las de Inés y Gastón y Jaime y Gisela. También tiene su punto la trama amorosa que une a Adrián con Triana. Sé que igual me repito, pero vuelvo a decirlo: todos ellos son personajes a los que te encantaría tener de amigos o incluso en tu familia.
Aunque no sea una historia de amor, sino de conveniencia y cierto odio mutuo, también disfruté mucho con la historia que une a Leonel y a Nuria.
*Arturo Peniche y Erika Buenfil, Gonzalo y Angélica.
De la segunda parte, destaco la historia de amor en silencio que une a Mauricio y a Valentina. Está bien contada, sí, pero el amor propiamente dicho tarda un poco en darse, quedando concentrado en los últimos capítulos de la telenovela. No me disgustó tampoco la relación entre Gonzalo y Angélica, ni la que acaba uniendo a Osvaldo y a Mónica, bastante bien dibujada pese a que puede pecar de algo forzada. Y digo lo de forzada, porque hasta pensé hasta casi el último momento que Angélica se quedaría con Osvaldo, que era a lo que todo apuntaba.
En esa segunda parte también hay historias de amor de tipo juvenil… Me gustó mucho, en particular, la trama que une a Adriana, Tobías y Fabrizio, un triángulo amoroso que al final se resuelve bastante bien. Quizás no me gustó tanto el cuarteto creado entre Alan, Fernanda, Alexis y Almudena. Creo que Alan y Fernanda hacían una pareja estupenda, con química, algo que no tuvieron las parejas que se crearon tras su ruptura, uniendo a Fernanda con Alexis y a Almudena con Alan.
*Alejandra Barros (Julieta) y Laura Carmine (Nuria).
Las historias amorosas se ven salpicadas por las maldades de Julieta, que, como muchos sabréis, tiene un papel trascendental al final de la primera etapa, y de Nuria, que se pasa tocando las narices a los protagonistas durante toda la historia. Creo que las guionistas acertaron a la hora de llevar, argumentalmente hablando, a ambos personajes. Julieta se pasa mucho tiempo ‘encerrada’, cierto. Pero el espectador sabe que sigue ahí y que sigue como siempre… Mientras que Julieta es mala porque sí y todos los personajes lo saben, la maldad de Nuria solo la conoce, plenamente, el espectador y los personajes van conociéndola conforme avanza la historia. Hay una escena preciosa en la segunda etapa, en la que Gonzalo descubre cómo es verdaderamente su hija, que pone los pelos de punta.
A manos de Julieta o de Nuria mueren varios personajes a lo largo de la telenovela. Es una telenovela con muchas muertes y muchas lágrimas, porque casi todas ellas son muertes injustas, de esas que, como espectador, te dan muchísima rabia y pena. Los personajes sufren, y hay un momento en la historia en el que parece que estamos ante una tragedia griega, muy bien construida, narrada y rodada.
Argumentalmente, como os decía, “A que no me dejas” es una telenovela con muy buen ritmo y sin muchas ‘pegas’, aunque alguna, hay… La primera, que es algo que yo he echado en falta, es que no se nos diga claramente al espectador qué le pasa a Julieta. En la telenovela han jugado con algo que estaría a medio camino entre una esquizofrenia de corte traumático y un síndrome de Edipo. Ha habido veces en las que ha parecido que Julieta padecía lo primero, y otras, en las que parecía que sufría lo segundo. Supongo que habrá sido para que el espectador pensase lo que quisiera…
*Camila Sodi, Valentina, y Natalia Ortega (Adriana).
La segunda de las ‘pegas’ es un fallo argumental más o menos leve… A Adriana nos la presentan a su llegada a México como Adriana Olmedo, algo imposible, teniendo en cuenta que su padre ni la conoció ni la llegó a reconocer, ni, por lo que parece, estaba casado con su madre conforme a la ley, sino solo a través de un ritual de corte tradicional sin valor legal alguno.
La tercera de las ‘pegas’ también va referida a Adriana y es algo más gorda… Adriana debería estar en la cárcel, por una sencilla razón: conducía un coche en España con 17 años, y tiene un accidente en el que muere su madre. En España la edad mínima para conducir un coche son 18 años y se ha de tener el correspondiente permiso. Conducir sin carnet está tipificado como delito. Ocasionar un accidente y que en él muera una persona, no os quiero ni contar el lío que pudo haberle supuesto si esa situación fuera real.
Al margen de estas tres cosillas, la telenovela concluye con un final en el que se resuelve todo a buen ritmo, y sin ningún secuestro (bueno, hay un intento). Los malos reciben su castigo y a los espectadores nos ponen el corazón en un puño, al dejarnos durante parte del final con la duda de si los protagonistas serán o no felices. Al hilo de los malos, comentar que me esperaba otros castigos. Una de las villanas acaba de una forma muy simple, para todo el daño que causa a lo largo de la historia, y otra tiene un final idéntico al de otra villana de otra telenovela de Carlos Moreno. Por favor, para la próxima, algo más de originalidad…

MÁS COSAS
‘Chapeau’ por las localizaciones. Creo que tras el abuso de ‘chromas’ de “Quiero amarte”, Carlos Moreno nos debía una telenovela con localizaciones de verdad y que ha cumplido con creces. Me ha encantado todo lo que se ha visto de Cancún, en particular las playas, las mansiones de los protagonistas y esos hotelazos de ensueño que se ven en la historia. Parece mentira, pero la ambientación al pie del mar le da un toque muy fresco y diferente a la telenovela.
*El elenco, al completo, de la primera parte.
Sobre los decorados, hay de todo… En general, bien, aunque cuesta creer que mansiones tan espectaculares tengan unas salas de estar ridículas y con las paredes de algo que parece bloques de hormigón. Lo mismo me pasa con los hoteles y las habitaciones tan cutres que a veces se muestran en la telenovela.
La realización es estupenda y han hecho cosas muy interesantes, tanto con drones y helicópteros para las escenas tomadas desde el aire como con cámaras submarinas para las escenas en las que los personajes bucean. Solo criticaré, del tema de realización, el falso sol que se usa en interiores, que tiene un tono verduzco que en pantalla queda bastante feo.
Del vestuario, no voy a objetar nada. Añadiré un detalle que no he sabido dónde meterlo, y referido al simbolismo. Me ha gustado mucho el papel que juegan en la historia las estrellas de mar y, en particular, un collar, como símbolos del amor eterno, con una leyenda propia muy bonita.
*Elenco, al completo, de la segunda parte.
Sobre la musicalización, bien. Tanto “A que no me dejas” como “Pero tú”, las dos canciones de Alejandro Sanz que abren las dos partes de la telenovela son magníficas y casan con la esencia de la historia. Del resto, me encanta “Así como si nada” de Samo y “Cuando estamos solos”, de Sr. Smith. La banda sonora se completa con canciones de Tommy Torres, Carlos Vives, Lupita D’Alessio y una del gallego Mario Monge, entre otros. No me gustó que se ‘reutilizaran’ canciones de la primera etapa y de los personajes de esa primera etapa para ambientar escenas de personajes de la segunda etapa. Creo que se podían haber buscado otras, como se hizo con el tema principal.
Termino comentando un detalle curioso que no sabía muy bien dónde meterlo… A lo largo de la historia salen varios personajes españoles, en Madrid, pero todos ellos con acento andaluz. Tanto personajes con importancia en la trama, como enfermeras, un notario… No entiendo que no apareciera ningún personaje con ese acento tan chulapo y ese castellano tan perfecto que tienen los madrileños, con lo bonito que es escucharlos hablar.

En resumen, una telenovela con buen ritmo, un elenco estupendo y personajes muy humanos y que despiertan una empatía tremenda en el espectador. A ello hay que sumar unas localizaciones espectaculares y una musicalización bastante buena.
Para mí, que aparte de esta solo vi “La vecina”, lo mejor de Televisa del 2015. 


-PUNTUACIÓN FINAL: 9,2-


Comentarios

Lucía Dasilva ha dicho que…
Saludos!
No tiene sentido que la novela comience en 1997 porque durante la primera etapa pasan seis años (2003), y entre una y otra hay un salto temporal de diecisiete (¿2020? Un poco futurista) No me fijé en el certificado que mencionas, pero siempre pensé o di por hecho que la telenovela comenzaba como por 1991-1992, por la edad que debería tener Valentina en la segunda etapa.
Lo que mencionas de Estrella Martín, he de añadir que me gustó que hayan escogido a una actriz española y no una mexicana intentando imitar el acento, con resultado forzado, también espero que su carrera despegue gracias al personaje de Triana.
Muy buena crítica. Saludos.
Juan José ha dicho que…
Magnífica crítica como siempre , Gafemo . Completamente de acuerdo contigo en todo , excepto en un detalle : el año de inicio de la historia . Yo creo que es 1992 y no 1997 , tal y como sale en esa escena , por algunas razones que te explico.

Al final de la primera parte de la telenovela , Valentina tiene 6 años , en 1998 . Al comenzar la segunda parte , que está ambientada 17 años después , en 2015 , tiene 23 años . Entonces ya sabemos que Adriana es seis años menor que su hermana Valentina , como se nos muestra . Por lo que de empezar la historia en 1997 , finalmente Valentina tendría 18 años y Adriana ¡ 12 años !

A esa edad tan precoz es imposible que Adriana condujera un coche , tal y como aparece en ese flashback de ella junto a su madre Triana .

Por lo general , esta historia me enamoró de principio a fin .

Del elenco , Alejandra Barros y Laura Carmine han interpretado a dos villanas que van a ser recordadas durante mucho tiempo . He visto ya a varias antagonistas de novela , pero como Julieta y Nuria ningunas , capaces de atentar contra los suyos . Arturo Peniche e Inés Calderón maravillosos , dan el pego tanto de buenos como de villanos .

Y un gran aplauso para Ignacio Casano , Mau . Ha dado vida a un protagonista ( el segundo masculino de la novela ) que es sordo , cuando suele ser que en esos casos sea la protagonista quien tenga una discapacidad . Jamás había visto a un galán tan enamorado como él . El resto del elenco , con caras nuevas y rostros que los telenoveleros ya conocemos , igualmente bien .

Las localizaciones también excelentes . ¡ Quién quisiera irse a Cancún de vacaciones !

Y un apunte . Sabiendo de sobra que `` A que no me dejas ´´ es la versión de `` Amor en silencio ´´ , hay tramas que están calcadas ( no digo cuales para no hacer spoilers ) . Hay que recordar que la historia original se hizo en 1988 , y que no es lo mismo hace 27 - 28 años que ahora .

En definitiva , una gran telenovela . Saludos , Gafemo .
Juan José ha dicho que…
Me equivoqué . Leticia Calderón es el nombre de la actriz , e Inés el de su personaje .

A veces soy malísimo con los nombres , no śe por qué .
Amaya ha dicho que…
Hola, muy acuerdo como siempre con tu crítica, ha sido una telenovela magnífica que yo disfruté a diario en cada capítulo, daba gusto ver esos escenarios tan espectaculares y verdaderos,no como su anterior producción de cromas y más cromas.Pensé que la voz de Mau no era la de Ignacio Casano.....pero aquí tú dices lo contrario.Las caracterizacion de los personajes fue muy buena excepto la de Chelo que se le notaba mucho esa peluca.....para mí Alfonso Dosal de lo mejorcito de la novela....excelente actor, la verdad fue una verdadera pena su pérdida.... lo mismo que la mayoría de los actores. Esperando ya la próxima producción de Carlos Moreno que soy seguidora de él y nunca me defrauda. Un saludo y cómo siempre Gafemo un gusto seguirte y leerte.
GAFEMO ha dicho que…
Buenas a tod@s...

Antes de ir respondiendo uno a uno, un matiz sobre lo del certificado y el marco temporal... No es un certificado, es una solicitud de matrimonio. Tampoco se dice que el año que corre en ese entonces es 1997, pero sí se ve que Adrián nació el 25 de noviembre de 1970 y tiene 27 años y que Paulina vino al mundo el 05 de abril de 1974, y tiene 23 años. De ahí saqué lo de que estaban en 1997.
Estoy con vosotros, Lucía y José Juan, en que no cuadra lo de 1997 y que peca hasta de 'futurista', como dice Lucía, pero queda ahí como curiosidad. Supongo que se se equivocaron al 'cubrir' la solicitud.

Ahora ya, voy uno por uno...
Lucía... Totalmente de acuerdo en eso que añades sobre Estrella. Y tengo una duda al hilo de esto... ¿Natalia, la actriz que interpreta a Adriana, es mexicana o española? Intenté enterarme a la hora de ver la telenovela, pero no logré aclararme. En un foro encontré que era mexicana, pero en una ¿revista? hablaban de que era española criada en México. A ver si alguien me lo aclara...

Juan José... Creo que sé de qué tramas hablas... Lo que quiere decir que, en su momento, "Amor en silencio" tuvo que ser una telenovela coherente con su tiempo e, incluso, algo adelantada a su época. Porque 'calcar' las tramas de una telenovela que se rodó hace 28 años y que quede un buen resultado es complicado. Tienes razón en lo de Mau... Hacía mucho que yo no veía a un galán tan enamorado... Otro, con Carolina cerca hubiera caído a la más mínima...
No te preocupes por lo de los nombres, hace poco yo escribí en este mismo blog Alfonso Adame, en vez de Alfredo.

Amaya... En relación a los exteriores, Carlos nos lo debía tras lo de "Quiero amarte", y creo que se ha querido 'redimir' ante sus fans con tanta playa y tantas localizaciones espectaculares. Y otra cosa, ha cuidado mucho más la realización, sin casi efectos por ordenador y usando trucos que dieron buen resultado y no se notaron en cámara (en el accidente de Camilo, por ejemplo, el coche que da vueltas es un coche de juguete igual que el que conducía Dosal y no se nota).
¡Se me olvidó lo de la peluca de Gabriela Zamora! Pero tienes toda la razón... Quizás hubiera valido más que le 'colocaran' alguna cana para hacerla parecer más mayor.
Sobre la voz de Ignacio Casano, yo te diría que sí que era, por lo que le recuerdo yo de hablar en "Mentir para vivir", pero he estado viendo entrevistas suyas en Youtube y la voz en off me parece más grave que la suya. A ver si alguien nos lo aclara...

Gracias a tod@s por vuestros comentarios. Un placer haber pasado un 'ratín' contestándolos. Mañana sigo con los de entradas más antiguas.


Lucía Dasilva ha dicho que…
Yo había leído que la voz de Mau sería doblada por otro actor. http://www.radioformula.com.mx/notas.asp?Idn=539133&idFC=2015
No sé si finalmente usaron la de Ignacio Casano u otra.
Del tema 'looks', eran mucho mejor en la primera etapa; en la segunda, no me gustaban nada ni el de Chelo ni el de Mónica.
No sé si Natalia será española, pero si no lo era, el acento le salió creíble.
Saludos.